Vega-Sicilia, estrategia y guerra civil

Vega-Sicilia es el único nombre español que encontrarán en la cima de los vinos de lujo en el mundo.

Víctor de la Serna. 08/03/2014
Vega Sicilia (Foto Salasstudio Fernando Salas)
Bodega Vega Sicialia (Foto: Salasstudio Fernando Salas). Haz clic en la imagen para más información

Vega-Sicilia es el único nombre español que encontrarán en la cima de los vinos de lujo en el mundo, el que podrán ver en los programas de esas encopetadas subastas de grandes vinos en Hong Kong, Nueva York o Londres junto a los de Petrus o la Romanée-Conti. Por eso causó una ligera sorpresa a finales de febrero que el consejero delegado, Pablo Álvarez, anunciase con gran solemnidad una cara (800.000 euros) operación de lanzamiento de nueva identidad corporativa para Vega-Sicilia y sus cuatro bodegas filiales bajo el nombre colectivo de Tempos Vega-Sicilia. Un grupo de importantes proporciones dentro del contexto de los de lujo: aproximadamente millón y medio de botellas al año.

No es una cosa tan frecuente en la estratosfera vínica. No anuncian el Mouton Cadet como «miembro del grupo Château Mouton-Rothschild» (aunque, eso sí, aparezca destacado el nombre del Baron Philippe de Rothschild). Se intenta mantener la exclusividad de lo exclusivo. Pero de repente, para celebrar su 150 aniversario, Vega Sicilia se va en dirección opuesta.

Bodega Vega Sicialia 2 (Foto Salasstudio Fernando Salas)
Bodega Vega Sicialia (Foto: Salasstudio Fernando Salas)

Álvarez es un hombre sincero, así que el otro día reconoció durante la presentación: «Siempre, hasta ahora, he sido reacio a esa idea, porque queríamos que cada uno de los vinos se labrara su destino; pese a que todos los importadores nos pedían que lo hiciéramos, nosotros siempre les decíamos que no. Pero hemos cambiado de opinión. La nueva marca debe representar a todo el grupo, responder a su visión estratégica de desarrollo de negocio e impulsar el valor de cada uno de sus vinos recogiendo la cultura y la herencia de Vega-Sicilia«.

Las filiales son Alión en la propia Ribera del Duero, Pintia en la región vecina al oeste, Toro, que está en pleno ascenso, la nueva bodega Macán en Rioja –una «joint venture» con el grupo Benjamin de Rothschild de Burdeos-, y la exótica Tokaj Orémus en Hungría, la única del grupo que hace vinos blancos y dulces.

Bodega Vega Sicialia 3 (Foto Salasstudio Fernando Salas)
Bodega Vega Sicialia (Foto: Salasstudio Fernando Salas)

Hay razones obvias del cambio de estrategia. Como dice Álvarez, «en la opinión pública muchos no eran conscientes de que todas esas bodegas son de Vega Sicilia», y ahora lo sabrán. Aunque esas filiales funcionan razonablemente bien y el grupo en su conjunto anuncia beneficios récord de 11 millones de euros en 2013, las filiales están lejos de acercarse al «glamour» y a los precios de Vega Sicilia en el mercado. Así que se espera que la nueva identidad corporativa aumente el valor de conjunto del grupo.

Todo ello le vendría como anillo al dedo a la estrategia de Álvarez y de cuatro de sus hermanos y hermanas en la agria disputa familiar por el control del gran grupo de servicios Eulen fundado por el patriarca, David Álvarez, quien compró Vega Sicilia en 1982. Éste y dos de sus hijos se oponen a los planes de Pablo y de los demás hijos en El Enebro, la subsidiaria de Eulen que controla las bodegas y la vasta explotación ganadera Valles del Esla. Pablo y los suyos vendieron el otoño pasado sus acciones en Eulen para apuntalar su control de El Enebro. Los analistas creen que intentan resolver la pugna familiar, que dura ya cinco años, forzando una ruptura para quedarse con las bodegas y la ganadería y dejar el resto de Eulen a la otra parte de la familia.

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