La mirada del fotógrafo
La fotografía no es sólo una herramienta para re-presentar lo que llamamos 'realidad', también es un instrumento de comunicación.
Los álbumes familiares suelen ser el primer contacto con la fotografía; hacen posible fijar un momento en papel y nos facilitan su recuerdo. Mi niñez fue enmarcada por la cámara y la visión de mi abuelo. Su insaciable sed de perpetuar para siempre los momentos importantes de nuestras vidas dejó una honda huella en mí, que me ha llevado a dedicarme al mundo de la creación de imágenes.
Más allá de su uso doméstico, desde su invención, la fotografía fue cuestionada en términos de si era arte o no y desde hace algunas décadas esa pregunta ha sido respondida de manera afirmativa. La fotografía ya no es sólo una herramienta técnica para re-presentar lo que llamamos ‘realidad’, sino también un potente instrumento de comunicación basado en imágenes en vez de palabras: un idioma universal.
A diferencia de otros métodos de creación artística, la fotografía requiere (en la mayoría de los casos) de un aparato técnico. Desde las cámaras de placas hasta los teléfonos con infinitos megapíxeles, la fotografía se ha hecho cada vez más accesible hasta llegar a la avalancha continua de imágenes en la que vivimos actualmente.
No creo que esta accesibilidad sea mala, todo lo contrario. Uno de los puntos clave en los inicios de la historia de la fotografía fue la compra de la patente del Daguerrotipo por parte del Gobierno francés, que posteriormente liberó y regaló al mundo con el fin de hacer a todos partícipes.
Sólo la decisión seria de serlo te convierte en un fotógrafo. El compromiso con tu propia visión, con una manera única de ver las cosas, es la clave que hace especial algunas imágenes entre los millones de ellas que flotan a nuestro alrededor en el día a día.
Muchos dicen que la fotografía como se entendía antes de lo digital ha muerto. Pero no creo que sea cierto, el secreto no está y nunca ha estado en la cámara ni en el medio en el que se muestran, está en la mirada del fotógrafo. Está en la necesidad de crear, de contar, de compartir, de rescatar aquello que nos conmueve. Algo que es inexplicable pero innato al ser humano.