Sábanas a la carta
Algunos hoteles ofrecen una selección de sábanas con texturas para todos los gustos.
Ante la rápida aceptación de la carta de almohadas, algunos hoteles han decidido ofrecer una selección de sábanas con texturas para todos los gustos. Un menú de lujo que permite a la clientela nocturna elegir el material bajo el que enfundarse durante el sueño.
Después de la carta de almohadas, una selección de sábanas. A modo de reclamo publicitario, pero a gusto entero del consumidor, el grupo hotelero español Sol Meliá ofrece en algunos de sus establecimientos más característicos la insólita posibilidad de reservar habitación eligiendo la textura, calidez y colores bajo los que enfundarse durante el sueño. Un lujo relativo, teniendo en cuenta las horas que el huésped se pasa metido en la cama.
Esta iniciativa pionera funciona, hasta el momento, en los establecimientos de la marca Meliá Garden Villas, exclusivos por su arquitectura, su ubicación, su decoración y la calidad de sus instalaciones. Tanto los hoteles Gran Meliá Salinas (Lanzarote), Palacio de Isora (Tenerife), como el Meliá Bali (en Indonesia) o los cubanos Meliá La Habana, Las Américas, Buenavista, Cohiba, Santiago y Paradisus Princesa del Mar ponen a disposición de su clientela nocturna sábanas de algodón o de lino, a escoger. En el caso del hotel asiático, especializado en lunas de miel, también se ofrecen a los novios sábanas autóctonas de seda.
Al ocupar su habitación, los huéspedes encuentran sobre sus mesillas de noche el menú donde seleccionar para la ocasión el tacto que desean sobre su piel. Este servicio no supone ningún coste adicional sobre el precio de la estancia, igual que ocurre con otros servicios hoteleros, como el de prensa diaria, lavado y planchado de prendas delicadas, frutas de bienvenida o la no menos sugerente carta de almohadas (el 60 por ciento de la clientela utiliza regularmente este servicio). Las sábanas de lino encabezan la lista de preferencias, especialmente en temporada de verano, por su tacto más fresco.
Pese a que no existe todavía la costumbre de solicitar este nuevo servicio, los responsables de la cadena hotelera confían en que se produzca una aceptación tan rápida como ha ocurrido con la carta de almohadas. La clientela femenina es, por ahora, la que mejor ha respondido a la iniciativa.