¿Sufres de Nomofobia?

Nerviosismo, irritabilidad, miedo y conductas irracionales son sólo algunos de los síntomas de una nueva patología nacida con los smartphones. Hablamos de la Nomofobia, cuyas siglas provienen del inglés ‘No-Mobile-Phone’. Como toda fobia, tiene como característica fundamental un miedo irracional y subyacente, en este caso, a salir de casa sin el móvil o lo que es lo mismo: a quedarse desconectado.

En los últimos años y desde la aparición de los smartphones, los teléfonos móviles han pasado de ser un utensilio destinado a la comunicación ‘de emergencia’ a ser un apéndice que no se despega de nuestro cuerpo. Desde su rudimentaria aparición en España en 1976 nos hemos convertido en los ciudadanos europeos con más teléfonos móviles por habitante, superando a países como Estados Unidos o Francia. 

El 96% de los españoles tiene móvil e incluso hasta el 26% cuenta con dos smartphones: unas cifras de impacto con consecuencias no sólo económicas, sino también en el estilo de vida. Los datos de un estudio realizado hace apenas cuatro meses por la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC) sugieren que el 85,5% de los que navegan por Internet lo hacen a través de un smartphone, superando al portátil y al PC, con el 77,7% y el 73,3%, respectivamente.

Y es que, la necesidad de conexión no se refiere sólo a ‘poder hablar’ por teléfono, sino que va mucho más allá y varía según el individuo y su grado de dependencia con el dispositivo electrónico. Unos estarán enganchados a las redes sociales, otros al whatsapp y otros, simplemente, al acceso a la información. Por orden de relevancia, los sectores más solicitados serían, según Bruno Pascual (Sales & Incidents Manager en Saleupply.com): moda y complementos, electrónica y tecnología, cine, vídeo y música y restaurantes.

En España se ha detectado que el 77% de la población de 18 a 24 años y un 68% de 25 a 34 años padece Nomofobia, presentando el género femenino una mayor prevalencia a esta adicción. Además, parece que los adolescentes de entre 12 y 17 años son especialmente vulnerables a esta dependencia de acuerdo a los datos aportados por Marc Masip, psicólogo especializado en adicciones y director de Desconect@ y de su programa psicoeducativo y pionero para fomentar el buen uso de las nuevas tecnologías y su deshabituación compulsiva.

Uno de los componentes fundamentales que nos llevan al diagnóstico de esta curiosa y cada vez más frecuente enfermedad son las conductas asociadas a este miedo irracional. Éstas interfieren en la vida cotidiana del individuo convirtiéndolo en poco más que un esclavo de aquellos dispositivos que le dan una falsa seguridad por saberse conectado en cualquier momento.

Detrás de este trastorno puede existir una falta de habilidades sociales así como una baja autoestima. Discutir con la familia o con la propia pareja cuando nos acusan de estar siempre mirando al móvil, estar agresivo y poco comunicativo a causa de haber perdido la batería y saber sonreír sólo tras ver las menciones en Twitter, son síntomas que provienen de una Nomofobia potencial o ya en curso.