Cambia el escenario del lujo en China
Más de un tercio de las ventas de bienes de lujo en Beijing, Shanghái y Gangzhou provienen del exterior.
El mercado del lujo en China está cambiando de forma muy rápida, tal como recoge el último informe elaborado por la firma de consultoría McKinsey & Company. El cambio en las preferencias de los agentes unido al proceso de ajuste de la economía y las restricciones impuestas por el gobierno chino, son las causas de que este cambio esté siendo especialmente rápido.
El proceso de expansión del mercado del lujo comenzó hace diez años en China. Desde entonces, los consumidores ya pueden comprar los productos de lujo que deseen de cualquier parte del país sin necesidad de moverse de su hotel exclusivo. En este tipo de compras se están situando en cabeza las ciudades que se consideraban hasta ahora de segunda y tercera categoría por tamaño y riqueza.
El mercado en las grandes ciudades ha llegado ya a su maduración y, por tanto, están experimentando niveles de sobre-saturación. El crecimiento de la demanda en Shanghái o Beijing es mucho menor que el de ciudades como Chengdu. Desde hace varios años, el presupuesto destinado por cada familia al consumo de bienes de lujo se ha reducido considerablemente.
La transformación del mercado del lujo en China se debe, también, a importantes factores y barreras institucionales. Los ciudadanos chinos reducen su gasto en el interior para gastarlo fuera de sus fronteras debido a los altísimos aranceles a la importación de los productos de lujo. De media, los precios de las marcas top en China son entre un 10% y un 40% más altos que en Occidente.
Dada la barrera comercial, los consumidores prefieren comprar en China pequeños objetos de lujo como bisutería, joyería y complementos. En cambio, la compra de coches de lujo, yates o aviones privados se hace fuera de las fronteras del gigante asiático. Más de un tercio de las ventas de bienes de lujo en Beijing, Shanghái y Gangzhou provienen del exterior.
