El gran Givenchy
Escribir sobre Hubert de Givenchy no se antoja casualidad. El diseñador francés declina la elegancia como nadie y estos días cobra protagonismo por partida doble.
Escribir sobre Hubert de Givenchy no se antoja casualidad. El aristócrata y diseñador francés declina la elegancia como nadie y estos días cobra protagonismo por partida doble. Lanza un libro en septiembre y tiene pendiente una exposición sobre su obra en Madrid en el Museo Thyssen-Bornenisza en octubre.
Hubert de Givenchy nació en el seno de una familia aristocrática del norte de Francia, los Taffin de Givenchy, ennoblecidos por Luis XIV. Givenchy, desde los 9 años, tuvo una temprana vocación por la moda, apoyada incondicionalmente por su madre y su abuela materna. Al acabar la guerra decidió emanciparse de la influencia familiar y se trasladó a París donde estudió en la escuela de Bellas Artes.
A sus 87 años, este amante incansable de la pureza y perfección de líneas sigue siendo un innovador. Fiel a sí mismo, es de esas personas que piensan y ejecutan lo que nadie pensó estando a la vista de todos. El trabajar en sus inicios al lado de Pierre Balmain, quien todavía era un desconocido, o Elsa Schiaparelli fue, sin duda, más que una buena influencia antes de crear su maison en 1952.
Con los años, la empresa se ha diversificado en Prêt-à-Porter de lujo para mujer, ropa y accesorios de moda. Desde 1988 Givenchy forma parte del grupo LVMH. En 1995, Hubert de Givenchy se retiró después de cuarenta y tres años de profesión y el encargado de sustituirle al frente de su marca fue John Galliano. Hoy, Givenchy, sigue encarnando la elegancia francesa y es una marca de lujo internacional, mundialmente conocida por su alta costura, colecciones prêt-à-Porter para hombres y mujeres y accesorios.
En 2011, el Ministerio de Cultura español le otorgó la Orden de las Artes y las Letras de España en reconocimiento a su trayectoria en el diseño de moda. Además de por su labor de difusión de la figura y obra del diseñador Cristóbal Balenciaga, que sigue inspirando y alentando el trabajo de los creadores en España y en el mundo. La admiración de Givenchy por la figura de Cristóbal Balenciaga desembocó en la construcción de un museo dedicado a la obra del modisto vasco y la constitución de la Fundación Cristóbal Balenciaga, de la que es presidente fundador.
El maestro Givenchy presentará este mes de septiembre un libro que rinde homenaje a su amiga de toda la vida, Audrey Hepburn. En él reúne más de 150 diseños de moda que hizo especialmente para ella. El libro, impregnado de sus bocetos, será publicado por Imagine Publishing y traza bellamente diseños de los años de amistad entre el artista y su musa. Los trajes que realizó para ella ejercieron una gran influencia el mundo de la moda y siguen siendo fuente de inspiración para muchos diseñadores actuales.
Audrey Hepburn decía de él que era más que un diseñador, un creador de personalidad. Él dice de su amiga, para quién no encuentra sustituta, que tenía un talento único y vestirla fue siempre una diversión. Poco podía imaginar de tan fructífera relación entre la artista y el modisto el director Billy Wilder cuando quería que la actriz fuera vestida como una parisina para su próximo film y contactó con Givenchy. La película era Sabrina, después vino Una cara con ángel o Desayuno con Diamantes, entre otras.
Tras septiembre y la presentación de este libro, el maestro de la elegancia será de nuevo noticia por la retrospectiva del diseñador francés que tendrá lugar el 22 de octubre y que los visitantes del museo Thyssen-Bornemisza podremos disfrutar hasta el 18 de enero de 2015.
Desde que dejara en 1995 el mundo de la moda, la energía creativa del maestro se centró en procurar «hacer algo por el mundo del arte», como buen coleccionista que es. El amor del señor Givenchy por el coleccionismo y por la alta costura se deriva de los intereses de su infancia en el arte y textiles.
La exposición, comisionada por él, constará de una selección de las mejores creaciones del diseñador francés en la que es la primera gran retrospectiva organizada sobre Hubert de Givenchy y primera incursión del Museo Thyssen-Bornemisza en el mundo de la moda. Allí se podrán contemplar aquellos vestidos que diseñó para algunas de las personalidades más icónicas del siglo XX, como Jacqueline Kennedy, la duquesa de Windsor, Carolina de Mónaco, Audrey Hepburn o Liz Taylor.
Además, se podrán ver sus creaciones más originales, como la blusa Bettina o el vestido saco, o sus admirados diseños de prêt-à-porter, concepto que él mismo creó en 1954. Esta selección se mostrará junto a un conjunto de obras de diferentes épocas y estilos de las colecciones del Museo Thyssen-Bornemisza.
Todo un acontecimiento cultural para este otoño en Madrid que los amantes de esta leyenda viva de la moda pueden ya anotar. Un lugar donde encontrar cosas bonitas y extraordinarias, piezas de colección. Una poderosa mezcla de diseño, arte y moda.