Jabones con Tartán

The Scottish Fine Soaps Company se hace cuarentona con un rediseño de imagen y comprometida con la naturaleza.

Ana Fernández Regal. 25/09/2014
Jabones 'The Scottish Fine Soaps Company'
Jabones ‘The Scottish Fine Soaps Company’

“Yo tenía una fábrica de jabones en Escocia, a los pies de las colinas de Ochil”. Así sonarían las memorias del fundador de The Scottish Fine Soaps Company en modo Karen Blixen. Claro que financieramente hablando le salió mejor la jugada y lo que para Derek Ross empezó siendo una pequeña aventura se ha convertido hoy en un negocio millonario que exporta sus productos a más de 30 países en todo el mundo.

El amor por la tierra es, sin embargo, el mismo. The Scottish Fine Soaps Company es consciente de su afortunada localización y de lo mucho que le debe a uno de los entornos naturales más hermosos del planeta. A la inspiración le suele ir más el olor a tierra mojada que a tubo de escape. Además, en las montañas encuentra algunos de los ingredientes que utiliza en la elaboración de sus jabones, aunque su espíritu curioso y viajero le lleve a buscar plantas en los cinco continentes para crear colecciones únicas.

Jabones en pastilla de diferentes olores

El porfolio es deliciosamente abrumador: más de 20 fragancias, formas y tamaños diferentes para los fans de los jabones en pastilla; 10 en el caso de los amantes de este producto en formato líquido. Los jabones en lata son de triple molido y los hay para todos los gustos: románticos, de estética pop, retro… Cada uno de ellos es el resultado de la mezcla de ingredientes naturales como rosas, lavanda, lirio blanco o algas de la costa escocesa.

Pero si hay un producto de esta marca que es una auténtica pasada es el jabón de leche de lustrosa vaca escocesa y chic francés. Una revisada Auld Alliance con manteca de karité y vitaminas A y E que deja la piel sumamente suave y ligeramente perfumada.

Jabón de leche, The Scottish Fine Soaps Company

The Scottish Fine Soaps Company celebra 40 años en el mercado rediseñando su imagen y fortaleciendo su compromiso con la naturaleza al reducir el máximo posible el consumo de energía y el impacto medioambiental. Además, ninguno de sus productos han sido testados en animales. El resto, afortunadamente, seguirá igual: plantas, plantas y más plantas, tradición y un poco de locura y diseño escocés.

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