Martinete, un acierto seguro

Madrid es una ciudad viva y dinámica en la que cuesta trabajo estar a la orden del día en novedades gastronómicas y mantener información actualizada sobre sitios que prometen nada más abrir. Dentro de esta liga de must indiscutibles, sonó Martinete desde el principio.

De los creadores de Casa Mono y Ateneo y con el interiorista de moda Lázaro Rosa Violán por bandera, nació a principios de año este restaurante, en una nueva apuesta de este grupo hostelero, esta vez en la zona más noble del barrio de Salamanca.  

Destacando por un imponente local, es imposible quedar indiferente ante su elegancia afrancesada y cálida. ¿Lo mejor? Sucumbir a las promesas de una cocina atractiva y ecléctica, muy del gusto actual y en un ambiente de diseño que ya es el favorito de los madrileños.

Antes de comer o cenar, bien puede uno acercarse a una barra muy bien ambientada y tomarse una cervecita con unas buenas aceitunas rellenas como aperitivo mientras espera que le monten la mesa.  

Como buen clásico de los restaurantes con pretensiones, de partida arrancan con una degustación de aceite de oliva y distintos panes, para continuar con platos-reclamo muy apetecibles como el ceviche de corvina, las verduritas, la coca de sardinas o, cómo no, el huevo poché con setas de temporada. Entradas atractivas y segundos que se antojan por definición, ya que su carta es de aquellas en las que quieres varias cosas y te cuesta decidir. Muy recomendables los ravioli de pato, ya como plato principal.

Resulta Martinete uno de esos restaurantes con los que acertar en prácticamente cualquier ocasión: bien sea con una pareja de amigos, un grupo grande o incluso para una cena romántica, el éxito está garantizado. Eso sí, dentro de un ambiente bullicioso donde no habrá lugar para las confidencias a media voz.

Un local de repetición y sin decepciones que habrá que probar en diferentes momentos de su multihorario. ¿Nos vamos de afterwork? Si es a Martinete, ¿por qué no?.