El Lujo de la Ropa Deportiva

El athleisure ha llegado para quedarse. Ya no hay que sentirse culpable por llevar la ropa de yoga un viernes por la noche.

Dori Toribio. 19/01/2015
Heidi Klum for New Balance
Heidi Klum for New Balance
Heidi Klum for New Balance

 

Una de las estrellas entre las resoluciones de año nuevo es la promesa de volver al gimnasio. Y este 2015 aumenta la presión. Ya no sólo hay que poner buena voluntad para cumplir la olvidada rutina de ejercicios, llegar a tiempo a la clase de spinning o vencer el frío para retomar la natación… sino que además hay que estar al día con la moda deportiva, cuyo sector vive una expansión arrolladora.

Así seguirá, mientras se siga consolidando en las grandes ciudades del mundo la sana obsesión por las rutinas orgánicas, la mente zen y el cardio contemporáneo, sin perder de vista el seguimiento de los mercados emergentes. La moda llega también al gimnasio y el look post-workout arrasa, con la rentable bendición del marketing. A diferencia del furor por el aeróbic y los complementos de danza en los años 80, ahora no sólo se trata sólo de una moda, sino de un nuevo estilo de vida.

Prendas funcionales y prácticas, que no pierden de vista las tendencias, que se venden en tiendas con su propio estudio de yoga y que sirven para ir a bikram, soul cycle o barre, y después de brunch con amigos o a hacer la compra al supermercado orgánico más cercano. La ropa de sport mejora su calidad y diseño para adaptarse a unos tiempos en los que su uso ya no se limita al gimnasio.

 

Leggings Nike. Haz clic en la imagen para comprarlos.
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«Los leggings son el nuevo denim», pronosticó el CEO de Nike, Mark Parker. El mercado global de indumentaria deportiva crecerá 178.000 millones de dólares hasta 2019, según la firma estadounidense de investigación de mercado Trefis. En 2013, sólo la venta de ropa deportiva de mujer alcanzó los 11.000 millones de dólares, un 9% más que el año anterior.

El crecimiento se proyecta ilimitado para el sector. Las marcas tradicionales como Nike, Adidas, Puma o Reebok conservan la hegemonía del mercado y sus perspectivas de crecimiento son indiscutibles, con el deporte femenino en el núcleo de la expansión. Pero los gigantes no están solos en esta nueva aventura. Les acompañan otras grandes marcas convertidas en éxitos imprescindibles en el sector del deporte.

Como la canadiense Lululemon, que en 1998 comenzó como una casa de ropa de yoga para mujeres y en 2007 se lanzó a cotizar en bolsa, cuando nadie apostaba por esta firma de ropa deportiva de alta gama. En 2011 batió un récord de 1.000 millones de dólares en ventas en su centenar de tiendas en Estados Unidos. Hoy compite con los gigantes del sector con un rasgo distintivo: la exclusividad. Poco stock, precios no aptos para todos los bolsillos, nada de rebajas y una apuesta por la mejora de la calidad de sus productos clásicos. Ante el éxito del patrón Lululemon, la estadounidese Gap sacó provecho de la experiencia y adquirió en 2008 una directa competidora, Athleta, con también excelentes resultados, acento en los deportes de invierno y más flexibilidad en precios y cultura corporativa.

Adidas by Stella McCartney. Haz clic en la imagen para comprar
Adidas by Stella McCartney. Haz clic en la imagen para comprar

La imparable ascensión del sector se consolidó con las incursiones de la alta moda en el diseño de prendas deportivas. La pionera fue la diseñadora Stella McCartney, cuya puntual colaboración con Adidas en 2004 se ha convertido una década después en una línea disponible en 800 puntos de venta en todo el mundo y una gama de productos que va desde el atletismo, al surf, pasando, como no, por el yoga. Después llegaron las cadenas de ropa que apostaron por el activewear low cost, como la estadounidense Forever21 o la sueca H&M, que alcanzó la cima con la colección de Alexander Wang de «ropa para bailar», desbordando todas las expectativas.

La guinda de la tarta la ponen las celebrities que hoy quieren también convertirse en creadoras de moda para ir al gimnasio. El rapero Kanye West se lanzó a diseñar deportivas primero junto a Nike y ahora con Adidas, una unión que los medios estiman en 10 millones de dólares. La poderosa Beyoncé diseñará la colección deportiva de Topshop, mientras Rihanna es la nueva directora creativa de Puma. La top model alemana, Heidi Klum, tiene su propia colección de deporte para New Balance y la actriz estadounidense Kate Hudson se ha lanzado con su línea femenina de ropa sport, Fabletics. Dice Hudson querer que todas las mujeres hagan deporte. Nos venden su cuerpo, sus hábitos y su estilo de vida. Y viendo las cifras, parece que hemos decidido comprarlo. En todo el mundo.

Más artículos de Dori Toribio en The Luxonomist.

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