Llega la gastroenteritis infantil

Parecía que tras la tempestad iba a llegar la calma…la gripe  barrió a todas las bronquiolitis y demás virus del lugar para quedarse practicamente sóla, servicios de urgencias abarrotados con niños  y familias enteras con fiebre alta y dolor de todo el cuerpo durante días, pediatras al borde del colapso…para de pronto practicamente desaparecer y dejar de nuevo el florido paisaje de virus diversos…Entre medias de laringitis, catarros e infecciones respiratorias varias, resurgen las gastroenteritis, como flores de cualquier tiempo.

• Niños con diarreas y vómitos con cuadros respiratorios acompañantes (tos y mocos),  dolor abdominal a modo de retortijón y fiebre…
• Niños que están fastidiados, decaidos y malitos…porque la diarrea les hace perder agua y sales minerales que su cuerpo necesita.
• Niños que tienen poco apetito porque les duele la tripa y que lo poco que comen a veces lo vomitan ó bien por la tos ó por la propia infección…

Y poco podemos hacer por ellos…salvo evitar que se deshidraten, ofrecerles líquidos, agua y soluciones de rehidratación oral, y una dieta normal sin forzarles a comer . Sólo en algunas ocasiones pueden ser de utilidad el uso de antitérmicos para disminuir la fiebre y mejorar el estado general, de probióticos ó bacterias “buenas” que equilibren la flora intestinal y sólo en raras ocasiones estara indicado el uso de antibióticos.

Es importante vigilar los síntomas de deshidratación sobre todo en los más pequeños ( que esté activo con buen estado general, que llore con lágrimas, que tenga saliva en la boca, que orine normal…) y  prevenir el contagio mediante el lavado de manos con agua y jabón de los niños y sus cuidadores.

Saber que existen vacunas aconsejadas por la AEP y la AAP, entre otras, frente a uno de esos virus el “rotavirus”, causa muy frecuente de gastroenteritis que motiva un gran número de ingresos hospitalarios por deshidratación.

En el caso de fiebre alta de difícil control, vómitos repetidos ó signos de deshidratación, lactantes muy pequeños o diarrea prolongada o con sangre, será necesario ser valorado por el pediatra.