El negocio de las Deportivas “Militares”

Los fabricantes de zapatillas deportivas en Estados Unidos están nerviosos. El Pentágono tiene que decidir en las próximas semanas quién o quiénes serán los suministradores oficiales de calzado deportivo para el ejército estadounidense. Se trata de una nueva ley que ha entrado en vigor denominada “Buy American”, una directiva adaptación de la Ley de 1940 que obligaba a comprar al Gobierno Federal toda la ropa y calzado militar a fabricantes estadounidenses y que se fabricase en Estados Unidos.

En los años de crisis económica, la mayor parte de las multinacionales estadounidenses fabricaban en terceros países, con lo que los stándares del calzado han bajado. Por eso, y para mantener el nivel de empleo Obama ha decidido volver a “Fabricar en América”. Y no es ninguna tontería, New Balance, Nike, Big Rapids o Wolverine Worldwide (la única que se ha mantenido como suministradora del ejército a través de Bates), están perdiendo un negocio de unos 250.000 pares de zapatillas deportivas cada año.

Hace dos años, los fabricantes comenzaron las negociaciones con el Pentágono, hasta que se aprobó el famoso “Berry Amendment”, que beneficiará a éste calzado, y al futuro del calzado deportivo por varias razones. La primera es la inversión, las empresas están invirtiendo decenas de millones de dólares en maquinaria y tecnología para “alcanzar estándares nunca vistos” que luego se aplicarán a las zapatillas de deporte para el resto del mundo.

La Industria Americana del calzado supone un negocio anual de 48.000 millones de dólares, los estadounidenses consumieron en 2014, mas de 20.000 millones de dólares en calzado, de los que el 30% es calzado deportivo. Payless ShoeSource, Foot Loocker y The Brown Shoe Company – las tres cadenas de distribución de calzado más grandes de Estados Unidos vendieron 12.000 millones de dólares en pares de zapatos. Con estas cifras de mareo, y las previsiones de ventas de unos 30.000 millones de dólares en calzado para el 2018, la Industria es una de las mas potentes de venta al por menor del país.

Si tomamos a Nike solamente, la multinacional vende una media de 140 millones de pares de zapatillas al año. Por todo ello, los fabricantes quieren ser Bates Footwear, la única fabricante “made in America” que durante 130 años ha mantenido su negocio como suministrador continuado de calzado militar en Estados Unidos. la semana pasada la multinacional estadounidense presentaba resultados que han encantado a los analistas:  Nike ganó 2.408 millones de dólares en los primeros nueve meses de su año fiscal 2015, un 21 más que en el mismo periodo del ejercicio fiscal anterior.

La empresa de Oregón detalló que entre junio y febrero pasados ganó 2,72 dólares por acción, frente a los 2,19 dólares por título de los mismos nueve meses del ejercicio anterior, cuando su beneficio neto se situó en 1.995 millones de dólares. En lo que respecta a los resultados trimestrales, la empresa ganó 791 millones de dólares en el tercer trimestre (89 centavos por título), un 16 % más que en el mismo periodo de un año antes. La facturación de Nike ascendió a 22.822 millones de dólares en los tres primeros trimestres, lo que representa un aumento del 12 % respecto a los 20.374 millones de dólares que ingresó en las mismas fechas un año antes.

Por zonas geográficas, las ventas de Nike en esos nueve meses subieron un 11 % en Estados Unidos, un 21 % en Europa Occidental, un 4 % en Europa Oriental, un 18 % en China y un 3 % en los países emergentes, mientras que bajaron un 4 % en Japón. Con todo, la compañía solo está recibiendo recomendaciones positivas ya que sus resultados batieron al mercado.

Al contrario que sus competidoras, Bates, que es una división de Wolverine, se lanza al mercado del calzado deportivo de lujo – de hecho ya son suministradores de las botas Harley Davidson- y ahora lanzan el modelo ST 250Marauder, el primero dentro de este segmento con tecnología punta y que tendrá un precio de 170 dólares. Estados Unidos repliega velas y regresa al “Made In America” en todos los sentidos. Fabricar en Estados Unidos es, de nuevo, un negocio que nadie está dispuesto a perder. Este artículo fue publicado en el Diario El Economista el Viernes 20 de Marzo 2014.