La nueva apuesta de Cartier

Desde épocas lejanas, Cartier siempre se ha caracterizado por combinar historia, estilo, estética pura e innovación. La trayectoria de Cartier en el tiempo incluye más de un siglo de buen hacer de relojes con cajas revolucionarias dentro de una línea estética clásica. Los pasos que ha dado la firma han creado iconos de la relojería moderna y con carácter. Con formas alargadas, curvas, cuadradas, rectangulares, midi –mini y circulares han sido los grandes iconos de la marca. Han sido grandes protagonistas de bellas historias, de regalos de amor que, sin duda alguna, han caracterizado a la marca relojera y casi siempre con la numeración romana característica en la esfera. Otra gran característica

Mucha gente al hablar y escribir sobre Cartier se refiere e identifica la marca con sus joyas, obviando a una excelente división relojera de gran renombre. Cartier en relojería de élite ha aportado mucho a lo largo de su historia. Y han sido grandes las aportaciones mezclando innovación y creatividad que consiguen líneas estéticas exclusivas.

Uno de los modelos más exclusivos, que se ha convertido en vintage y que es extraordinariamente difícil de encontrar es el Cartier Roadster de mujer de oro blanco con diamantes. Una obra de orfebrería cuya edición fue tan limitada que ahora es prácticamente imposible de conseguir. La versión femenina es la más valorada, la masculina, en acero, aún se puede encontrar en lugares de coleccionistas.

Cartier ha dado otro paso más con la creación de Clé. Sin ninguna duda, Cartier dejará una huella imborrable en cuanto a conceptos, formas y maneras de entender la relojería como estética en estado puro. Pero antes hay que analizar los pasos que Cartier ha dado hasta llegar al modelo Clé.

Fue en 1906 cuando Cartier, con el modelo Tonneau, con gran longitud de caja curvada y alargada dejó una huella histórica en versión femenina maravillosa. Otro imprescindible de la marca es el Santos de 1904, tributo a Santos Dumont, fue sin duda alguna el reloj de pulso pionero. Me encanta la versión del Santos con piel de cocodrilo que ha sabido plasmar en caja cuadrada y algo gruesa como fórmulas maestras sencillas de resolver un reloj.

En el año 1917 Cartier apostó por el modelo Tank, con asas de la correa formando parte de la caja del reloj. Tuvo una réplica maravillosa creada por la marca Seiko en formula Low Cost. El modelo Tank fue para mí uno de los más bellos relojes creados, en fino y extraplano. Con su correa de piel y bañado en oro fue un savoir faire que definió con mucho éxito a la marca. Y creó tendencias entre los clásicos. Un buen amigo mío, amante de los relojes de Lujo, decía que lo clásico si está bien creado y diseñado nunca falla a la hora de venderse y perpetuarse en el tiempo. Y gran razón tenía.

Años más tarde en 1932 la casa Cartier sacó el modelo Baguette, resolviendo el reloj en cuanto a lo mini en acero tanto en esfera como en brazalete y como principal característica rompedora hasta esa fecha “el mimo por lo pequeño”. Cartier supo hacer bueno el refrán con este modelo de “menos es más”. Este modelo sirvió como fuente de inspiración de otras grandes marcas de la época pero, otra vez más, Cartier supo adelantarse al tiempo e innovar.

Una de las creaciones antes del Clé de Cartier fue el Ballon Bleu de 2007, guarda grandes similitudes en formas con el Clé, ahora observando en detalle ambos modelos me quedo con la limpieza y la resolución del Clé. El modelo Ballon Bleu con una bella estética en esfera circular limpia y estilosa supo arriesgar en cuanto a tendencias anticipándose a sus competidores. Este modelo, el Ballon Bleu con correa de cocodrilo y canto de esfera en oro con limpia numeración romana ha sido la fuente de inspiración de Cartier y da como resultado una fórmula magistral que creó tendencia entre los grandes clásicos.

Una vez puesto en la muñeca el Clé, costará desprenderse de él, lo cual nos hace prever que es un reloj que cautivará y conquistará a los amantes de relojes de formas clásicas y sencillas. Recuerdan estas formas clásicas y limpias al de marcas como Piaget, Patek Philippe y Ebel.

Lo que más me llama la atención de este modelo es el cabujón de zafiro de la corona. Este modelo resuelve y lo convierte en estética pura. Para mí la corona de este reloj rompe con todo lo anterior que habremos podido ver y es la característica diferenciadora que hace que sea más interesante. Me atrevería a decir que lo convierte en algo mágico. El equipo creativo y de diseño del Clé ha pensado que una corona rompería la unidad estética del reloj y ha apostado por una en forma de prisma que prolonga si cabe la suave caída del bisel sobre el lateral. Es la imagen de esta corona la que nos hace recordar los viejos relojes de dar cuerda de los antiguas marcas relojeras.

Este modelo será presentado en abril de 2015 con al menos tres tamaños diferentes de caja que mantienen como denominador común la equipación con movimientos automáticos. Hay una versión masculina de 40 milímetros, otra intermedia de 35 milímetros y la más femenina, la de 31 milímetros, completa la gama de esta colección. Tres tamaños que, fieles a la marca Cartier, hacen gala de su estilismo y de su gran carácter creador. Clé en tamaño mediano y grande lo veo unisex y marcará un hito en la historia de los relojes que dejan huella.

La universalidad creativa de Cartier se ve claramente identificada en el modelo Clé. Es, sin duda alguna, la gran apuesta que gira en torno a esferas limpias, corona en forma de prisma sello de identidad y las formas en circunferencias como modelo de recreación del culto por lo bello. La peculiar forma de su corona es el origen del nombre, que nos hace recordar aquellos viejos relojes de nuestros abuelos y bisabuelos que, con llave para darles cuerda, nos dejaban impresionados en el detalle.

El Clé es un reloj para exquisitos amantes de las formas clásicas que no quieren pasar inadvertidos, así lo veo yo. La casa Cartier sigue apostando, fiel a su universo de marca, por relojes limpios, sencillos y claras visiones de no dar saltos bruscos en su evolución creativa e histórica. Esto no está reñido con la innovación. Clé de Cartier en oro rosa con correa de cocodrilo, Clé de Cartier en oro blanco y correa de cocodrilo Clé de Cartier con caja y brazalete de oro rosa serán las tres presentaciones del modelo. Para celebrar su aparición se ha confeccionado un calibre nuevo, el 1847 MC, como homenaje al año en que se fundó la maison.

Para presentar el modelo Clé, Cartier apostará por una versión de caja en oro rosa combinada a juego con su brazalete, otra versión será con caja en oro blanco a juego con brazalete, estas versiones se moverán entorno a los 18.500 euros aproximadamente. Y habrá otra versión más económica en caja de acero con piel de cocodrilo en torno a los 5.500 euros aproximadamente.

Estoy seguro que la marca apostará por otra versión del Clé en acero tanto en caja como en brazalete, como antes hizo en sus modelos iconos. Deseoso estoy de probarlo y ver detalles en mano todas las características de este bello modelo. La moda relojera ha ganado con esta gran apuesta de Cartier que, sin duda alguna, combina a la perfección creación, diseño y elegancia extrema.