El pinche de Jordi Cruz

Cuando por Navidad (que es una fecha próxima a mi cumpleaños) me regalaron un robot de cocina Moulinex Cuisine Companion, se me saltaron las lágrimas de alegría. Y es que os confieso que, como tantísimas otras mujeres, no tengo ayuda en casa. Vamos, que me lo hago todo: cocino, pongo lavadoras, tiendo, doblo, barro, plancho… y trabajo fuera de casa. Es lo que hay.

Y claro, siempre agradeces esos pequeños detalles en forma de electrodoméstico que te ayudan en tu día a día como este robot de cocina multifunción. Fácil de usar, intuitivo (eso suena fenomenal ¿a que sí?) y versátil. Dice la publicidad que es “Tu compañero en la cocina”. 

¿Compañero?¡Pero si hasta le he puesto nombre!Se ha convertido en mi gran amigo del alma, mi aliado y cómplice en la cocina. ¡No digo más! Tiene seis programas automáticos. Corta, prepara y cocina. Con los accesorios lo mismo podrás hacer una salsa que una masa o un rissotto, y hasta cocinar al vapor.

Hace unos días, unas cuantas amigas que tienen el fantástico robot y servidora, nos reunimos en el Restaurante&Hotel ABaC de Barcelona. Un encuentro divertido, sin más, para poner a prueba nuestros conocimientos y dotes culinarias.

El ABaC está en un lugar de Barcelona que me parece mágico. En el número 1 de la Avenida del Tibidabo. Frente a la parada del “Tramvía Blau”, el Tranvía Azul, que tiene el acceso más bonito, natural y romántico al Tibidabo y delante también de la emblemática Torre Andreu, más conocida como La Rotonda, maravillosa obra modernista acabada de  construir en 1918 Pues ahí delante se encuentra el AbaC.En un edificio centenario y rehabilitado.

El reconocido y mediático chef, Jordi Cruz, regenta su restaurante. Y allí estaba él, imagen de Cuisine Companion, para recibirnos y proponernos unas recetas. Nos lo pasamos genial. Con este robot puede disfrutar cocinando todo el mundo: quien nunca ha sido un crack entre fogones y quien es un gran experto.

Aquí están las fotos. Espero que os gusten y que traspase y os llegue el “buen rollismo” (como suele decir mi buena amiga Carme Barceló) que hubo en la sala. Lástima que no os llegue el aroma de los platos. Ni que podáis probarlos! Salieron riquísimos. Un regalo útil y práctico. Y que se amortiza en poco tiempo. Buena inversión, os lo aseguro. Y de propina, ganaréis espacio en la cocina porque algún que otro electrodoméstico será sustituido por este por sus muchas funciones, claro.

Una última cosa ¿sabéis lo que nunca falta en la despensa de Jordi Cruz? Arroz. Un alimento que se prepara él mismo de mil maneras y que prácticamente consume a diario. Vamos, como se suele decir en hablando de ropa, que es “su fondo de armario” alimenticio. ¡Buen provecho! (Fotografías facilitadas por Elsa Anka).