All inclusive de lujo (y sin pulserita)

Una de las primeras preguntas que nos hacemos cuando estamos preparando unas vacaciones familiares es dónde encontrar un resort de «lujo» todo incluido sin tener que pasar por contratar un hotel vía tour-operador, masificado, donde el color de la pulsera que te colocan a la llegada te define como «cliente». Esa fórmula que tan exitosa ha sido en el turismo de masa y en muchos países ha ayudado a identificar a los clientes de excursiones y mantener, por parte de los hoteles, cierto control sobre los mismos, tenía que reinventarse.

La clásica opción del hotel «todo incluido» se ha consolidado a lo largo de las últimas décadas como una de las preferidas para aquellos que no quieren dedicar muchas horas a buscar el destino adecuado y sueñan con llegar al punto de destino y relajarse sin limites para comer, beber y descansar. En realidad fue un invento para americanos y europeos de clase media, media -alta (dependiendo de zonas y cadenas hoteleras), que sigue siendo el «Huevo de oro de la gallina».

Como todo, esta opción indiscutiblemente cómoda,  confortable y sin posteriores sorpresas para la cartera, tiene un prometedor presente y futuro (no hay más que ver los resultados de las multinacionales hoteleras con este concepto del «All Inclusive», pero había que dejar la pulsera, los tumultos de veraneantes, los inmensos buffets con comida poco sugerente, los animadores motivando y otras veces, incluso obligando a participar sin preguntar. Sol Meliá se dio cuenta hace unos años e inventó la marca «Paradisus» como un «up -grade» de sus resorts all inclusive. Algunos de ellos funcionaron, otros terminaron cerrando porque el modelo no terminó de cuajar. O te dedicas al lujo o te dedicas a la clase Premium, pero imposible estar en los dos segmentos a la vez en el mismo hotel.

Y ahora ha surgido la cadena hotelera Excellence, que nos sorprende, con el «luxury all-inclusive», un nuevo concepto que poco tiene que ver con la imagen del todo incluido conocida hasta ahora. Excellence, con dueños mallorquines y experiencia en hoteles all inclusive, apostaron fuerte por renovar el concepto, el modelo de negocio y finalmente, el público objetivo al que dirigirse. Sin ánimo de competir con nuestro compañero Fernando Gallardo, probablemente el mejor conocedor de los hoteles más lujosos del mundo y colaborador de The Luxonomist, la firma Excellence lo está  haciendo realmente bien.

Con una inversión que a la vista está (ver las fotos del hotel) y once meses de intensa y dedicada construcción, el pasado mes de febrero inauguraron The Finest Hotel en la fina, blanca y bucólica Playa Mujeres en Cancún, México. Cualquiera que haya visitado Cancún puede tener la idea de masificación en su máxima expresión. Todo lo contrario a lo que se encontrará en The Finest Hotel.

Con 400 habitaciones y concebido desde su nacimiento como un «up scale Hotel» cuenta con zonas bien diferenciadas, con la misma armonía y apariencia, que hacen que puedas disfrutar desde tu llegada de una sensación de cuidado detalle, mimo y calidad. Lujo en el entorno y en el trato. Las opciones para familias o para sólo adultos están bien definidas y consiguen su único objetivo, que quieras volver.

Su moderno y espacioso hall de entrada da una bienvenida personal y dedicada como si de un pequeño hotel boutique se tratara. Nunca crees que estás en un hotel de 400 habitaciones y no tienes la sensación de ser una oveja más de un rebaño a la espera de que te den una habitación después de horas de vuelo. Una bienvenida que no se corresponde con lo que hasta ahora se conoce por «todo incluido», me refiero a las pulseras, colas, autobuses y voces que desde el minuto cero se identifican con todo menos con el lujo.

En http://www.finestresorts.com todo esta incluido en el precio que ya has cerrado, sí. Y todo está preparado para que disfrutes de unas lujosas vacaciones, en el caso de que se entienda por lujo: un desayuno con un buffet donde la selección de zumos y panes es realmente espectacular, la relajación posterior en buenas hamacas, un exquisito servicio de bar, diecisiete cocktelerías diseñadas al detalle, comer en cualquiera de sus nueve restaurantes cuidados con exquisita decoración, todos ellos a la carta y llevados por chefs y equipos seleccionados de diferentes lugares; tomarte un helado o un café a media tarde en el «sweet corner», salir a pasear en piragua o dejar a tus niños en un kids club de donde no querrán salir. Y todo sin aglomeraciones y por supuesto sin la incómoda pulserita de colores intimidando. 

Como todo hotel «todo incluido» el entretenimiento es una parte importante. Y aquí también The finest ha apostado por la calidad de sus espectáculos y lo ha conseguido. Sorprenden tantos los shows para niños con sus personajes de Disney favoritos, como los bailes mexicanos, los nostálgicos mariachis y hasta un conseguido Michael Jackson. Dentro de la serie de espectáculos, fuegos artificiales, los famosos juegos con fuego mexicanos y malabaristas de calidad que te hacen terminar el día con buen sabor de boca.

Su spa tiene una carta de servicios impecable. Cuentan también con un spa para menores donde podrán hacerse la pedicura, la manicura o disfrutar de distintos tipos de masajes. Para adultos, además, el servicio incluye el uso del circuito de aguas termales.

Muchos de los «balnearios» en España tradicionales – ahora menos- tenían como función, no sólo ayudar al tratamiento del dolor de diversas enfermedades reumáticas con las aguas «curativas», sino también pasar unas vacaciones «sanas» en familia. Este spa recoge esa tradición tan greco-romana. Un servicio totalmente independiente del cuidado hasta el último detalle para las parejas que prefieren disfrutar de unos días de soledad. 

Sin duda, si de algo podemos presumir en España es de nuestra experiencia en gestionar hoteles. Un resort como éste en el Caribe y con calidad  gastronómica y buen servicio no cabe duda de que es todo un lujo. (Fotos: The Finest)