La Princesa Revoluciona el Lujo
Charlotte y las elecciones revolucionan el mercado del lujo británico.
El nacimiento de la nueva princesa Charlotte Elizabeth Diana, hija de los Duques de Cambridge, y las Elecciones Generales que se celebran hoy han alterado de forma significativa el panorama en el mercado del lujo en Reino Unido en dos sentidos: por un lado, las marcas de ropa de lujo para bebé y, por otro lado, el mercado inmobiliario por posibles cambios regulatorios en función de cuál sea el nuevo inquilino del 10 de Downing Street.
Por el lado de la Familia Real británica, varias son las marcas inglesas de ropa infantil que están experimentando un crecimiento exponencial en sus ventas. Es el caso de casas de moda infantil como Amaia Kids, Rachel Riley o Trotters, todas ellas firmas independientes de origen británico. Por ejemplo, Amaia Kids agotó en pocas horas un cardigan que vistió el príncipe George (primer hijo de los Duques) hace unos días, ahora solo disponible en uno de los tres colores iniciales que se sacaron al mercado.
Una situación similar se dio hace escasamente año y medio en el nacimiento del príncipe George. Lo que hasta ese momento era un pequeño negocio familiar en la ciudad de Nottingham, G. H. Hurt & Son convirtió a su marca Lindo en una marca reconocida mundialmente, recibiendo peticiones hasta de Australia o Japón. Otra firma de moda, esta vez americana (aden+anais) multiplicó en nueve días un 1.000% las ventas de una manta que llevó el príncipe George a la salida del hospital tras su nacimiento.
El éxito de estas firmas exclusivas por el número limitado de prendas que confeccionan, contrasta con la situación del mercado inmobiliario de lujo, amenazado por propuestas electorales que exigen el establecimiento de precios máximos del alquiler o un impuesto sobre las viviendas cuyo valor de tasación supere los 2 millones de libras esterlinas, el famoso “Mansion Tax” que analizamos aquí hace unos meses.
Agentes inmobiliarios, gestores de banca privada e intermediarios reconocen que una buena parte de las operaciones inmobiliarias se han paralizado a la espera de los resultados electorales, continuando con aquellos proyectos que ya hubieran sido iniciados. Tal como recoge el diario The Telegraph, “un auténtica pesadilla para la industria”, confirma el director general de inmobiliario de Rokstone, Becky Fatemi.
Quizá una de las cuestiones más temidas es la posibilidad de tener que convocar unas segundas elecciones ante una situación de ingobernabilidad del país. Se prevé un resultado ajustado con una fragmentación total de los nuevos 650 miembros de la Cámara de los Comunes. En este sentido, la venta de viviendas en Londres ha caído un 9,4% interanual en febrero según la Oficina Nacional de Estadísticas.
Penden de un hilo 8.000 nuevas viviendas construidas en el Centro de Londres por un importe unitario de 1,5 millones de libras esterlinas e infraestructuras por un valor de 12 millones de libras. El porcentaje de indecisos y el “voto oculto” conservador pueden hacer que todos estos proyectos vuelvan a ponerse en marcha.