El Moët & Chandon, la tradición más refrescante
En el mundo del lujo, es la firma que mejor aúna la tradición más legendaria con el espíritu pionero y vanguardista.
Poseía unos viñedos en el Valle del Marne y en 1743 funda su propia bodega. Se llamaba Claude Moët. En pocos años ya exportaba prácticamente a toda Europa, Rusia e incluso América. Su hijo Jean Remy Moët estaba muy bien relacionado, invitaba a su bodega a toda la realeza europea y era muy amigo de Napoleón a quien dedicó en 1860 el que es hoy el champagne más vendido del mundo, el Brut Imperial. Fue en 1832 cuando se incorpora a la bodega el yerno de Jean Remy, Pierre Chandon, uniendo definitivamente su apellido a la firma.
Desde entonces Moët & Chandon no ha dejado de innovar, de crear y de crecer al ritmo de las burbujas. Hoy cuentan con más de 1.000 hectáreas de viñedos, pero bajo tierra guardan sus caldos en los casi 30 kilómetros de galerías, no en vano tienen 7 grand cru que es la máxima categoría en las bodegas francesas. Y una producción de más de 25 millones de botellas al año.
Si el Brut Imperial es el champagne mas vendido del mundo, Moët & Chandon tiene otras variedades de champagne con interesantes y complejas mezclas, como el Rosé Impérial o el Nectar Impérial. También elaboran vinos con añada, Grand Vintage y Grand Vintage Rosé, son los que llaman “millesimés”.
Un nombre unido siempre a la tradición que sin embargo se moderniza permanentemente para celebrar los mejores momentos, dejando claro que en el mundo del lujo, es la firma que mejor aúna la tradición más legendaria con el espíritu pionero y vanguardista.
Este verano podremos disfrutar de la última y extravagante novedad de la Maison, el Moët Ice Impérial, el primer champagne del mundo que se sirve con hielo. Puro exotismo con sabor a trópico, tan refrescante como excitante es siempre tomar un champagne bien frío al borde del mar, en la cubierta de un barco o flotando caprichoso en una piscina.
Los aromas frutales y tropicales de mango, guayaba y nectarina y la dulzura del caramelo y el membrillo se combinan con refrescantes notas ácidas de grosella y frambuesa; una combinación que culmina en una impecable frescura que convierte a Moët Ice Impérial en el protagonista más exótico del verano.
La joya blanca de Moët & Chandon se presenta en una preciosa botella lacada en blanco con corbata negra, etiqueta dorada y un diseño en plata, siendo un ejemplo más de la elegancia y el carácter exclusivo del champagne más apreciado del mundo. Moët Ice Impérial se sirve en copas grandes tipo Cabernet y elegantes cubiteras llenas de hielo que ensalzan la sensación de frescura. Para darle el toque final y reforzar la intensidad aromática, se pueden añadir hojas de menta, piel de lima , pomelo blanco, jengibre o frutos rojos.
Sin duda una experiencia única que se hará más exclusiva aún gracias al Floating Bar, una edición limitada que sólo algunos afortunados podrán disfrutar. Pidiendo una copa en los beach club y terrazas más exclusivas de nuestro país, se entregará una tarjeta para participar en el sorteo y poder ganar el exclusivo Floating Bar. Un divertido y original ice kit con flotador, hielera con pala, bandeja, cuatro copas blancas y una botella de Moët Ice Imperial.