Anglada-Camarasa y el arte japonés

La pasión por Japón no es exclusiva de los tiempos actuales. En el siglo XIX, la cultura y el arte japonés ya fascinaron a numerosos artistas europeos y tuvieron una importante influencia en muchas de sus obras. El interés por las artes de Japón entre los pintores europeos se tradujo en la aplicación de nuevas formas de expresión artística aprendidas gracias a la llegada masiva de las estampas japonesas.

A través de estas, artistas como Monet, Degas, Toulouse-Lautrec y Gauguin descubrieron nuevos encuadres y puntos de vista, nuevas composiciones, así como la aplicación de superficies neutras de color plano, de gran efecto cromático. Estas características también las pudo admirar Anglada-Camarasa en los grabados japoneses que fue adquiriendo a lo largo de su vida.

El interés de Anglada-Camarasa por el arte japonés constituye un caso paradigmático de esta fascinación, que lo llevó a adquirir una colección de 155 grabados y 6 libros ilustrados representativos de los últimos años del arte de la estampa ukiyo-e: paisajes, retratos de hermosas mujeres y retratos de actores de teatro kabuki del siglo XIX. La nueva exposición para la sala permanente dedicada a Anglada-Camarasa en CaixaForum Palma a partir de los fondos de la Colección ”la Caixa” cuenta con generosos préstamos de la familia Anglada-Camarasa. Muestra una selección de 36 de estas estampas japonesas, 6 libros ilustrados, dibujos y pinturas del artista que nos hablan de la riqueza del arte nipón y que, tanto temática como cromáticamente, dialogan con su obra.

Coincidiendo con la celebración de la Nit de l’Art, la Obra Social ”la Caixa” renueva un año más el discurso expositivo del espacio que dedica de forma permanente a mostrar la Colección ”la Caixa” Anglada-Camarasa, presentando una nueva exposición, Anglada-Camarasa y el arte japonés. Colección ”la Caixa” Anglada-Camarasa, que explora el interés del pintor por el fenómeno del japonismo durante sus años de estancia en París.

Formado inicialmente en Barcelona, Hermen Anglada-Camarasa forjó su éxito como pintor en París y fue aclamado en toda Europa como uno de los principales artistas de los primeros años del siglo XX. Su arte fue evolucionando, pasando de las imágenes sombrías y decadentes de la ciudad de las luces a los retratos de la España folclórica y, por último, a los paisajes de Mallorca. Realizó este recorrido acompañado de un interés por el arte japonés madurado durante los años de vida en la capital francesa.

En el caso de Anglada-Camarasa, la aproximación al fenómeno del japonismo se hizo patente con la creación de una colección de 155 grabados y 6 libros ilustrados representativos de los últimos años del arte de la estampa ukiyo-e; principalmente paisajes, retratos de hermosas mujeres y retratos de actores de teatro kabuki del siglo XIX. Hablando del arte japonés, en 1901 Anglada afirmaba: «Beber en una fuente tan sana y pura y grande es fortaleza, es vigor, es ser fecundado». La exposición muestra una selección de estas estampas japonesas que nos hablan de la fecundidad del arte, y que, tanto temática como cromáticamente, dialogan con la obra del pintor.

El interés por las artes de Japón entre los pintores europeos se tradujo, ya desde la década de 1860, en la aplicación de nuevas formas de expresión artísticas aprendidas gracias a la llegada masiva de las estampas japonesas. A través de ellas, artistas como Monet, Degas, Toulouse-Lautrec y Gauguin descubrieron nuevos encuadres y puntos de vista, nuevas composiciones, así como la aplicación de superficies neutras de color plano, de gran efecto cromático. Estas características también las pudo admirar Anglada-Camarasa en los grabados japoneses que adquirió a lo largo de su vida.

En 1988, la Obra Social ”la Caixa” adquirió a los herederos de Anglada-Camarasa una amplia representación de sus pinturas y dibujos. La Colección Hermen Anglada-Camarasa de la Fundación ”la Caixa” está compuesta por 328 obras y 194 objetos personales que forman parte de la colección del artista. Desde hace años, la entidad organiza exposiciones itinerantes para dar a conocer la obra de Anglada-Camarasa en distintas ciudades españolas. Asimismo, CaixaForum Palma, que ocupa el edificio del antiguo Gran Hotel de Lluís Domènech i Montaner, se ha convertido en un centro de estudio y divulgación de la obra de este pintor, donde se presentan, además, grandes exposiciones dedicadas a sus contemporáneos y a las artes decorativas del Modernismo.

Hermen Anglada-Camarasa ocupó un lugar singular en el arte de su tiempo. Se formó en Barcelona y, a finales del siglo XIX, dio el salto a París, donde vivió unos cuantos años de precariedad y privaciones. Con el cambio de siglo alcanzó un gran éxito internacional, como nunca había tenido ningún otro pintor español desde Marià Fortuny. Su influencia fue especialmente notable en Italia y entre los artistas rusos. Anglada-Camarasa fue uno de los primeros artistas de nuestro país que lograron ser reconocidos y cotizados en Estados Unidos, y uno de los pocos que crearon escuela en Latinoamérica, donde es un nombre de referencia.

La personalidad de Anglada-Camarasa se asocia a dos paisajes característicos: el París nocturno de la Belle Époque, que supo captar mediante un arte misterioso y sutil, y los paisajes de Mallorca, lugar donde se refugió huyendo de la Primera Guerra Mundial, y que se convirtió en su tierra prometida. Durante los últimos años de su vida, Anglada-Camarasa vivió alejado del mundo artístico debido a la Guerra Civil, que lo llevó al exilio, y al progresivo distanciamiento de las tendencias más avanzadas del arte contemporáneo.