Los chinos siguen prefiriendo España

China está teniendo un año difícil con una desaceleración de la economía más rápida de lo esperado, una burbuja bursátil que estalló a pesar del apoyo del gobierno y la explosión en la zona industrial de Tianjin que mató a más de un centenar de personas y volvió a poner de manifiesto los peligros muy reales de la corrupción. El crecimiento del número de viajes al extranjero de ciudadanos de China continental, sin embargo, no muestra signos de desaceleración. La cifra oficial de China de 62 millones de viajes durante los primeros seis meses de 2015 representa un crecimiento del 13%.

Ya son los turistas del mundo que más viajan y los que más gastan. Cada año, más de cien millones de chinos salen de su país y se dejan por todo el mundo unos 90 mil  millones de euros, según las cifras calculadas por la Organización Mundial del Turismo. Una importante inyección de dinero que España, tercera potencia turística mundial, debería aprovechar para mejorar su economía.

Apenas 300.000 de los 107 millones de turistas que, según cifras oficiales chinas, viajaron fuera de la China continental en 2014 lo hicieron a España, una cifra que representó un incremento del 20% con respecto al año anterior. Muchos de ellos, además, recalan en España como parte final de un itinerario que les lleva por otros países europeos, donde hacen sus primeras compras en capitales como Londres, París o Berlín.

La mayor parte de dichas compras son artículos de lujo, como bolsos de Chanel o Louis Vuitton que, a pesar de su elevado precio, son en Europa mucho más baratos que en su país. Dando buena cuenta del infatigable espíritu comercial chino, incluso hay parejas de recién casados que aprovechan su luna de miel en el extranjero para pagarse el viaje comprando dos o tres bolsos de marca que luego venden en su país. De hecho, es habitual verlos haciendo cola en los puntos de devolución del IVA de los aeropuertos tras haberse gastado una fortuna en compras durante sus vacaciones.

Un sector claramente al alza
Hay  muchas razones por las que es previsible un aumento del turismo de los ciudadanos chinos a pesar de las dificultades económicas que empieza a atravesar el país. La primera razón y más lógica tiene carácter demográfico. A pesar de que en términos absolutos los chinos son los mayores turistas del mundo, en términos relativos están por debajo de los de otros países con poder adquisitivo similar, por ejemplo los BRICS. Sirva de ejemplo que los rusos han hecho, proporcionalmente, un 50 % más de desplazamientos que los chinos. HSBC afirma que para 2024 serán 240 millones el número de viajeros chinos en el extranjero.

Si bien el rally de las acciones chinas se inició después de las vacaciones de Año Nuevo de este año a partir de un nivel de 3200(en  febrero) para el compuesto de Shanghai. Después de una subida de casi 5.200 en junio, el índice ha vuelto a la más o menos a esos 3200, después de seis meses. Muchos inversores sin experiencia se han visto afectados por tales vaivenes bursátiles y han perdido sus ahorros, pero para la mayoría de los miembros de la parte superior del 5% de la sociedad china, son lo suficientemente ricos para viajar más allá de destinos tradicionales, que son Hong Kong y Macao.

Su capacidad de gastar unos cuantos miles de dólares por un viaje a lugares como Bali o París sin embargo no ha sido seriamente obstaculizada. El sector turístico de momento se salva de verse afectado por la desaceleración económica que sigue dando dolores de cabeza a muchas empresas de lujo, notablemente al sector automovilístico y a la industria del reloj de alta gama.

Como ya se puso de manifiesto con la explosión en Tianjin , que se recupera  de la explosión masiva de 3.000 toneladas de productos químicos peligrosos el pasado  13 de agosto, muchos aún temen que los problemas a largo plazo de la contaminación del suelo y las aguas subterráneas. Viajar al extranjero para  respirar y disfrutar en un ambiente limpio y seguro ha sido un factor de atracción fuerte en el pasado, y lo será aún más en el futuro.

Por otro lado, muchos países han reducido la burocracia tradicional para conceder visados a los ciudadanos chinos. De esta manera, muchos destinos de viaje han relajado sus requisitos y no se necesita visado o este  puede  ser emitido a su llegada. Por ejemplo, en noviembre del año pasado, los EE.UU. y China acordaron levantar las restricciones de visado a los visitantes de ambos países. Los ciudadanos chinos pueden hacer múltiples viajes a Norteamérica, Australia, Corea del Sur, muchos países de la Unión Europea y otros destinos importantes sin las restricciones y molestias de tiempos pasados.

Hong Kong y Macao están perdiendo su atractivo para los viajeros chinos. En los primeros seis meses de este año, su participación se ha reducido a poco más de la mitad de los desplazamientos. El interés de los chinos por conocer destinos para ellos más exóticos hace que caigan las vistas a dichos tradicionales centros.

España debe redoblar esfuerzos por atraer turismo chino
En el reciente Foro de Turismo y Compras de Madrid, Dimas Gimeno (CEO de El Corte Inglés), ha identificado como una de las «claves del crecimiento» para su sector en España la necesidad de «atraer a China». «Promocionarnos en China, dar facilidades al turismo chino es, sin duda, una de las claves del crecimiento», ha recordado tras esgrimir algunos datos del potencial del gigante asiático. China, el primer país emisor de turismo del mundo, aumenta su interés por España como destino de vacaciones, aunque el país sólo recibió en 2014 al 9% de los viajeros chinos que se aventuraron por Europa.

«El turismo chino a España ha crecido rápidamente en los últimos años, con un porcentaje mayor que otros países europeos», dijo el director de la Oficina Nacional de Turismo de China en España, Zhang Zhiyun. Zhang explicó que los chinos que viajan a Europa -3,5 millones en 2014, un 10,4% más que en 2013- suelen elegir una ruta que cubre Francia, Alemania y los Países Bajos, que en pocos días les permite una primera aproximación a un «continente con una civilización muy interesante  y un sector turístico  muy desarrollado».

Un hándicap para nuestro sector turístico es el escaso interés por el turismo de sol y playa para los turistas chinos. Esto es un motivo más que llama a la necesidad que tiene el turismo español de reinventarse para paliar la bajada de visitantes fuera de la temporada de verano. Los viajeros chinos se decantan más por la cultura y las compras.

Además de las marcas caras que demandan, cuyos establecimientos están por todas las grandes ciudades, para captarlos resulta fundamental tener personal chino o que hable mandarín, pues muchos turistas de este país no dominan el inglésPara los comercios también es crucial dotarse de datáfonos que acepten el sistema de pago de Union Pay, el más extendido entre los usuarios de tarjetas de crédito en China, por encima incluso de Visa o American Express.

Unos turistas muy supersticiosos.
Al igual que hacen las tiendas en China, es recomendable que los comercios marquen sus precios con números terminados en ocho, que simboliza la fortuna, y eviten el cuatro, que es sinónimo de mala suerte porque se pronuncia de forma similar a la palabra muerte: «si». Aunque parezca un detalle menor, los chinos son uno de los pueblos más supersticiosos del mundo y se dejan llevar por estas costumbres. Siguiendo con esta obsesión por la suerte y la numerología, también les encanta el juego, prohibido en su país, y son clientes asiduos de casinos y máquinas tragaperras, allá a donde van.

Muy apegados a sus tradiciones y con un fuerte espíritu nacionalista, los chinos valoran enormemente que los extranjeros hagan el esfuerzo de adaptarse a sus costumbres y reconozcan el auge de su país como superpotencia gracias a su crecimiento económico. Por eso, es buena idea incluir en las tiendas letreros en mandarín junto a otros idiomas, como inglés, francés, o  ruso.

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