¿Buscas financiación para emprender?
Si eres una de esas personas valientes que quieren vivir de sus ideas, pregúntate antes de empezar... ¿tienes todo lo que necesitas?
La situación económica de nuestro país en los últimos años ha provocado un cambio de mentalidad en los ciudadanos. Cada vez más personas piensan en emprender, vivir de sus propias ideas, poner en marcha sus negocios o impulsar los que ya tienen teniendo en cuenta las nuevas necesidades del mercado, apoyándose en los últimos avances tecnológicos y desarrollando nuevas estrategias online.
En este sentido, los créditos rápidos se han impuesto como alternativa de financiación a los bancos tradicionales, reacios desde hace tiempo a conceder créditos a particulares y pequeñas empresas para temas relacionados con la innovación o el desarrollo de nuevos proyectos profesionales.
El nacimiento de nuevos negocios y la proliferación de trabajadores autónomos ha crecido exponencialmente en los últimos años en nuestro país. Tal es así, que el 99,9% de las compañías afincadas en España son pequeñas y medianas empresas (con menos de 250 empleados en plantilla), un número que alcanza ya las 3.110.522 según el informe de Registro de las pymes de 2015.
Ante este panorama, es inevitable pensar en la necesidad de pequeñas inyecciones económicas para los emprendedores y pequeños autónomos (sobre todo de negocios familiares) que luchan contra la presión fiscal y la crisis financiera para sobrevivir. En mundo cada vez más especializado donde la diferenciación y la internacionalización son básicas para triunfar, son necesarias soluciones económicas que vayan al mismo ritmo que el mercado.
Por ello los créditos rápidos se presentan como una alternativa eficaz y cómoda para iniciar un proyecto puesto que pueden solicitarse por teléfono o Internet, la cuantía solicitada está disponible en muy poco tiempo, no necesitan de aval o historial crediticio y son ideales para pequeñas necesidades puntuales de capital.
La búsqueda de nuevos mercados y la lucha por la supervivencia van ligadas irremediablemente a la inversión. Hacer un desembolso inicial al poner en marcha un negocio, comprar una máquina nueva para la empresa, pagar una factura urgente o invertir en una campaña publicitaria para un nuevo producto pueden dejar de ser un problema con este tipo de alternativas.
Afortunadamente, las buenas ideas de negocio no dejan de surgir. Y cada vez hay más opciones para no poner freno a la innovación y el saber hacer de nuestros emprendedores.