¿Fantasear es bueno o malo para el sexo?
El deseo sexual femenino ha demostrado ser más complejo que el masculino. ¿Quieres saber por qué? Sigue leyendo.
Hace ya bastante tiempo que se sabe que hombres y mujeres somos diferentes en lo que a deseo se refiere. Por más que las películas se empeñen, el orgasmo simultáneo está sobrevalorado y además, no siempre ocurre. Aceptemos de una vez esta diferencia para poder llegar al clímax, sea o no acompañados, y en una carrera que comienza en el cerebro, mucho antes de meterse en la cama.
¿Qué pone al hombre y qué pone a la mujer? Esta pregunta podría ser la del millón. Siendo imposible de responder al cobrar tanta importancia lo subjetivo del erotismo, existen algunas generalidades en lo relativo a las fantasías sexuales. Por un lado, tener o no tener fantasías afecta a la manifestación del deseo sexual. Pero por otro (y esto no es tan obvio), las fantasías no son igual de buenas para uno u otro sexo.
A estas conclusiones llegaron en un estudio realizado en la Universidad de Granada, dirigido por el Doctor en Psicología Juan Carlos Sierra: “Respecto a la mujer, tendrán un efecto positivo en la mayoría de los casos, salvo que su contenido genere ansiedad por considerarse inaceptables”. El hecho se relaciona con que en el caso de las mujeres el deseo sexual ha demostrado ser más complejo que el masculino: “La ansiedad es el factor más influyente en su deseo sexual y en segundo lugar se sitúan las fantasías sexuales íntimas con una pareja amada”, explica el doctor Sierra. En resumen: aunque en general, las fantasías sexuales se consideran positivas, algunas, debido a su contenido, generan malestar.
Sí, sí, pero… ¿Cuál de los dos sexos sufre más y por qué a causa de unas fantasías eróticas mal entendidas? “Hemos encontrado que en el caso de los hombres no siempre las fantasías tienen un efecto positivo sobre la vida sexual”, aclara el experto. Éste es un tema ampliamente estudiado por la doctora canadiense Sandra Byers de la University of New Brusnwick. La investigadora asevera que “los individuos que experimentan imágenes eróticas inaceptables y displacenteras de tipo obsesivo son más frecuentemente hombres que mujeres”.
¿Será que los hombres fantasean “más duro» debido a la testosterona y que ello les incomoda o hace sentir un pelín mal? Algo de esto hay: aunque la testosterona no es patrimonio único del hombre éste la tiene en mayor cantidad en comparación con las féminas y su presencia se vincula con la agresividad. Y no olvidemos el contenido: Mientras que las fantasías femeninas suelen versar más sobre el romanticismo, las del hombre son mucho más explícitas. De hecho, las mujeres fantasean mucho con su propia pareja. ¡Increíble… pero cierto!