¿Cómo influyen los atentados de París en las ventas?

Ya hemos comentado anteriormente el negativo impacto que tiene la desaceleración china en el mercado global del lujo, no sólo por lo que se deja de vender en el país sino también porque los turistas chinos son uno de los principales compradores de productos de lujo cuando viajan a otras zonas como Europa. Ahora tenemos que añadir un nuevo aspecto negativo para el futuro próximo del sector, aunque todavía es pronto para sacar conclusiones definitivas. Me refiero a los atentados de París.

El incremento de la incertidumbre y el miedo puede hacer que se reduzca el turismo hacia Europa y especialmente a Francia, donde tienen su sede las principales marcas de lujo. Los datos lo dejan claro. Según Bain & Co, Francia es el cuarto mercado de productos personales de lujo del mundo, con un mercado de 15.300 millones de euros. De acuerdo con la consultora, París es la segunda ciudad más importante para el sector, solo superada por Nueva York, con 11.300 millones de dólares (es decir, un 75% del total del país).

Otras previsiones apuntan a que Francia es el principal destino mundial de las compras libres de impuestos (tax-free), con alrededor de un 20% del total a nivel global. Además, al ser la sede de las principales empresas del sector, también es uno de sus principales mercados. LVMH, por ejemplo, obtiene un 10% de sus ventas totales en el vecino galo.

Hermès, otro de los grandes fabricantes franceses, es aún más dependiente de este mercado, con un 15% de sus ingresos totales. Para complicar el escenario, el ataque terrorista se ha producido en una mala época, justo antes de la Navidad, cuando se reservan muchos viajes para viajar en una época que supone prácticamente el 30% de las ventas anuales del sector.

Para compensar las noticias negativas, el sector también cuenta con algunos factores a favor. Como por ejemplo la recuperación económica europea, que hará que aunque potencialmente podemos pensar que los ciudadanos europeos viajen menos, es previsible asumir que realizarán parte de sus compras en sus mercados locales, lo que ayudaría a mitigar el impacto.

El problema es que este nuevo handicap llega en un mal momento para la industria. Antes de los atentados, las estimaciones apuntaban a un incremento de las ventas de la industria del 1% este año (sin tener en cuenta la evolución de las divisas), lo que sería el peor balance desde 2008. No es extraño, por tanto, que esta semana hayamos visto un significativo castigo del sector en bolsa. LVMH ha cedido más de un 5%, aunque mantiene un avance del 20% en lo que va de año. Lo mismo le ha sucedido a Kering, que se ha dejado también un 5% aunque con un saldo anual mucho más modesto. Avanza un 5% desde el 1 de enero. Por su parte, Prada y Hermés se han dejado un 6% cada uno.

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