Carla Bulgaria: «En esta vida sólo me falta saber bailar»

El pasado viernes se celebró en Madrid una Pop Up Store de la Asociación Emprende and Tweet, donde numerosos empresarios, entre ellos la princesa de Bulgaria, Carla Royo-Villanova, presentaron sus colecciones. No dejamos escapar la oportunidad de conocer de cerca a esta polifacética mujer.

The Luxonomist: Hábleme de este proyecto que fundó hace cinco años. ¿Cómo surgió la idea?
Carla Royo-Villanova: Emprende and Tweet surgió de manera espontánea a través de las redes sociales. Hace cinco años la crisis ya empezaba en España, estaban los del 15M, había una cierta convulsión social. Una serie de emprendedores empezábamos a protestar. Los primeros días de concentraciones yo estaba muy activa, ya que estaba muy bien lo que comulgaban, la idea era muy bonita, pero luego empecé a ver que pasaban todo el día tumbados en colchones y yo tenía que sacar adelante un negocio. Sin embargo, a ellos les daban páginas y páginas de periódicos y a los autónomos que queríamos sacar el país adelante no nos hacían caso. Eso nos empujó a unirnos a través de las redes con la filosofía de ‘La unión hace la fuerza’.

TL: Usted es una mujer multitasking… Es madre de tres niños, esposa, escribe libros y artículos en diferentes medios, asiste a reuniones, lleva una empresa… ¿Qué le gustaría hacer a Carla que no haya hecho?
CR-V: Bueno, de todo no, no canto ni bailo (risas). Definitivamente bailar, me encantaría saber bailar bien, de hecho de pequeñita quería ser bailarina porque mi madre me llevó a ver ‘El lago de los cisnes’ en Madrid y yo salí enamorada de los movimientos, de su elegancia. Veía a Maya Plitseskaya y parecía tan fácil lo que hacía que cuando lo intenté me di cuenta de que era patosa, no tengo oído musical, no tengo ritmo, soy catástrofe en todo lo que tiene que ver con la música.

TL: ¿Cómo empieza su vida en el mundo empresarial? ¿A quién pide ayuda?
CR-V: Empezó como una idea que se fue gestando poco a poco, no me levanté una mañana y dije «voy a montar esto». Fui a Bulgaria por primera vez en el año 1998 y ahí conocí los productos con agua de rosa. Compré, también regalé y mi piel se enamoró de aquellos productos. Así estuve hasta que fui en el verano de 2003 al Valle de las Rosas, que tiene 900 kilómetros cuadrados de plantación de rosas en el centro de Bulgaria. En ese viaje ya empecé a pensar que en España no existía esas cremas, pero yo era directora de comunicación de Pedro del Hierro y tampoco tenía tiempo.

Hasta que un día mi padre me llamó y me dijo que estaba prejubilado, que se sentía joven y quería seguir haciendo cosas. Fue a Bulgaria e hizo una criba de los mejores laboratorios, ya que hay muchos. Bulgaria es el tercer país productor de cosmética del mundo, aunque venden a países de la antigua Unión Soviética, Rusia, China y Japón; ahora empiezan a vender a Alemania e Inglaterra. Yo quería elegir el  mejor. Mi padre me ahorró mucho trabajo. Posteriormente, él se asoció conmigo y trabajamos juntos. Es una gran ayuda, se encarga de todos ‘los marrones’ que no me gustan a mí, como los papeles, las tasas…

TL: Pero he leído que no todo era ‘de color de rosa’…
CR-V: En ninguna empresa. Puedes tener un proyecto que te ilusione muchísimo, que creas en él, que te apasione, pero no quiere decir que todo sea maravilloso. Todo cuesta muchas lágrimas y sudor sacarlo adelante.

TL: ¿A qué retos ha tenido que enfrentase?
CR-V: Cuando decidí montar la marca de cosmética desconocía totalmente las trabas, lo largo y complicado que iba a ser todo el proceso. A mí cuando me dicen lo valiente que fui y yo digo «No, no fui valiente, fui una inconsciente». Arriesgué y me lancé a la piscina porque pensé que había agua. Ahora es cuando me doy cuenta y digo «¡Dios mío!». La ilusión y las ganas me impedían ver los problemas. Hay un dicho que dice “Lo consiguió porque sabía que no era imposible”, pero el reto es que cada día es un reto, cada día tienes que luchar y arriesgar.

TL: Con una vida tan ajetreada, ¿cómo compagina el trabajo con la vida familiar?
CR-V: Era más complicado cuando mis hijos eran pequeños, además mi marido es cirujano y tampoco podía estar en casa. Ahora tengo a dos universitarios que ni siquiera viven en Madrid, con lo cual es más fácil. Mi hijo pequeño tiene 13 años y vive con nosotros, pero es un niño muy tranquilo que estudia mucho. Lo que procuramos es desayunar y cenar todos juntos y disfrutar de los fines de semana.

TL: ¿Cuál es su perfume favorito?
CR-V: Siempre he sido muy fiel a los perfumes porque soy una apasionada. Desde pequeña me compraba esencias naturales y las mezclaba, me hacía mis propios perfumitos. Iba cambiando a lo largo del día, dependiendo de si estaba de un humor o de otro. En  2009 diseñé mi propio perfume, Eau de Parfum 09 (como los buenos vinos que tienen su añada 09). Al ser un perfume creado por mí, con mis gustos, obviamente es mi perfume favorito. Pero es verdad y no me cuesta reconocer que ese es el perfume que utilizo a diario, además tiene una historia muy bonita. Pero sigo teniendo mi colección de perfumes.

TL: Un libro.
CR-V: De Gabriel García Márquez, ‘El amor en los tiempos del cólera’.

TL: Su comida favorita.
CR-V: Las lentejas.

TL: Un lugar especial.
CR-V: Para descansar en España, mi playa de Berria (Santoña, Cantabria) y fuera de España, Tailandia. Para vivir, las Palmas de Gran Canaria.

TL: Tiene una piel increíble. ¿Cuál es su ritual de belleza?
CR-V: Sinceramente, y se lo digo a todas mis clientas, que no se obsesionen con mil potingues y mil historias. Limpiar e hidratar bien, este es el secreto. Yo me limpio la piel con el desmaquillador y con el tónico por la mañana y por la noche, porque por la noche la piel se regenera y se expulsan las células muertas. Aunque nos hayamos acostado con la piel limpia, todas esas células muertas las hemos expulsado y por la mañana hay que limpiarse en profundidad antes de maquillarse.

Luego una buena hidratación. Yo me pongo el renovador celular antiarrugas, que es una hidratante con Q10 para atenuar las arrugas. Aquí depende de la edad y del tipo de piel. Si tienes una piel muy seca, recomiendo la luna; si es una piel joven, recomiendo la luz de rosas. ¡Y no hace falta nada más!

TL: ¿Cómo se imagina su futuro?
CR-V: Quiero que mi empresa crezca. Ahora estamos intentando salir fuera de España, vamos a empezar a exportar. Pero realmente lo que más me preocupa y donde más feliz me sentiría es viendo a mis hijos cumpliendo su sueño, los dos están estudiando Medicina.

Para curiosos… La historia del Eau de Parfum 09 es un homenaje a su bisabuela Concha, ya que fue quien desde la adolescencia de Carla le enseñó los beneficios del agua de rosas. Este perfume es una alusión a su infancia con «recuerdos en el Valle de las Rosas, pasando luego por el jardín de mi bisabuela en Santoña, el musgo de las piedras de Ávila, los caramelos de violeta, mis favoritos, o el zumo de naranja que tomaba al llegar del colegio. Iris, bergamota, violeta, musgo de Sajonia”. Finalmente, su bisabuela siempre olía a empolvado, de ahí la nota de fondo del Eau de Parfum, Rosa empolvada.