Los cinco mejores destinos europeos para foodies
Nuestro continente es, sin lugar a dudas, una caja de sorpresas llena de nuevos e interesantes destinos gastronómicos para descubrir este invierno.
A pesar de que Londres, París y Roma siguen siendo destinos clásicos que acogen grandes multitudes, no hay nada más apetitoso que descubrir las joyas gastronómicas escondidas en otras ciudades. Si te atreves a viajar en busca de un ambiente culinario innovador, tendrás la oportunidad de disfrutar de platos fuera de lo común que pondrán sobre tu mesa nuevos conceptos, ingredientes y sabores.
Booking.com ha seleccionado las ciudades europeas con una puntuación más alta en gastronomía según los viajeros, para que los amantes de la buena cocina puedan elegir dónde disfrutarán de su próximo bocado. He aquí las que más nos han gustado a TheLuxonomist. Ya sabes, si te toca la lotería, te puedes hacer una tournée y nos lo cuentas.
SANLÚCAR DE BARRAMEDA (CÁDIZ)
Sanlúcar de Barrameda comenzó a ser un destino vacacional en el siglo XIX gracias a su privilegiada posición geográfica (situada en Doñana y regada por el Atlántico y el río Guadalquivir). La ciudad se hizo famosa por albergar saludables baños de mar y fuentes de agua mineromedicinal y, en la actualidad, la calidad de su variada gastronomía provoca que se haya convertido en un destino emergente por su oferta culinaria, en la que se utilizan principalmente productos de la zona. Entre los productos locales encontramos múltiples especies de pescados, moluscos y crustáceos frescos, así como una gran variedad de verduras y hortalizas; sin olvidarnos de las distintas especies de viñedos de los que se consiguen múltiples clases de vinos y espumosos.
¿Qué probar? Para degustar la gastronomía típica de Sanlúcar, las mejores zonas son el Barrio Alto y la Zona Centro. Sanlúcar tiene tanta fama por sus materias primas como por los platos que con ellos se pueden preparar. Célebres son los langostinos de Sanlúcar acompañados de un vino manzanilla (con denominación de origen local), el arroz con marisco, el cazón en amarillo, la sopa de tomate; también encontrarás el rape al pan frito o la raya a la naranja. ¡Todo el sabor del mar directo a tu paladar!
TIFLIS (GEORGIA)
La comida de Tiflis, una mezcla de las cocinas de Oriente Medio, el Mediterráneo y Europa del Este, te dejará con muy buen sabor de boca. Además, parece que la ciudad está consiguiendo renombre por esto, ya que cada vez son más los clientes que han destacado las cualidades gastronómicas de Tiflis en los últimos dos años. Déjate caer por alguna de las sinuosas calles del centro histórico o por cualquier plaza arbolada para degustar los auténticos sabores locales y sentir la energía palpitante de esta impresionante ciudad, ubicada en colinas que rodean al río Kurá e ignorada por la Fortaleza Narikala en el siglo XVII.
¿Qué probar? ¡Con la comida callejera te chuparás los dedos! Empieza por un irresistible khachapuri (pan sin levadura relleno de queso) o un khinkali (dumplings de verduras o de carne especiada), acompañado por un buen vino local. En Georgia, una de las zonas vinícolas más antiguas del mundo, aún se sigue fermentando la uva en grandes tinajas denominadas Kvevri. ¡Al estilo tradicional!
DUBROVNIK (CROACIA)
Esta encantadora ciudad medieval amurallada, gracias a su ubicación en la costa de Dalmacia, cuenta con una gran variedad de marisco cocinado al más puro estilo Mediterráneo. El pescado, que en muchas ocasiones va directo del mar a la barbacoa, se sirve con un chorro de aceite de oliva y una rodaja de limón. Si el marisco no es lo tuyo, ¡no te preocupes! Croacia también es el paraíso para los amantes de la trufa, que se usa como condimento en muchos platos a lo largo y ancho de todo el país. Como dato curioso: una de las trufas más grandes del mundo se encontró cerca de Buje.
¿Qué probar? Aunque en esta ciudad la mayoría de los restaurantes son familiares, la calidad de sus platos caseros compite directamente en la liga de los locales de prestigio. Cenar un risotto negro (hecho con tinta de sepia) en el centro histórico es algo que lleva el sello de Dubrovnik.
BIARRITZ (FRANCIA)
La elegante ciudad costera de Biarritz, al sur de Francia, se ha posicionado como uno de los mejores destinos gastronómicos de Europa. ¡Una fama muy merecida! Quizá la cocina de Biarritz no sea tan conocida como la de San Sebastián, pero su paseo marítimo y su grandiosa arquitectura funcionan como el condimento perfecto para cualquier plato, ya sea el de un pequeño local de restauración o el de un restaurante con estrella Michelin.
¿Qué probar? La tradición culinaria vasca tiene un sinfín de delicias que se nutren de las influencias de la cocina española y la francesa, produciendo un efecto sublime que impresiona hasta a los paladares más delicados. Degusta un buen plato de carne o pescado estofado, unos pimientos del piquillo rellenos y, por supuesto los famosos ‘pintxos’. ¡Para chuparse los dedos!
REIKIAVIK (ISLANDIA)
Puede que no tenga el estatus de París o Roma, pero los aficionados a la buena comida se sorprenderán al descubrir que Reikiavik es una ciudad con un rico panorama culinario, donde las calles están llenas de restaurantes que se convierten en bares al caer la noche. La pesca es un distintivo de la identidad nacional, lo que significa que el pescado en Reikiavik es rico y fresco, al igual que el marisco. Entre las especies locales encontrarás vieiras, bacalao, rape y algunas de las que probablemente nunca hayas oído hablar, como el pescado rojo, el pez lobo y el capelán.
¿Qué probar? La zona de Grandi ha pasado de ser un puerto industrial a convertirse en un hervidero de tiendas para jóvenes y restaurantes con vistas increíbles a la bahía de Faxaflói y a la montaña Esja. Entre toda esta nueva actividad cultural se encuentra el Coocoo’s Nest, un pequeño negocio familiar conocido por sus pizzas de masa fermentada y su deliciosa carta de platos ecológicos. Si quieres probar la comida típica, una buena opción es el Matur og Drykkur en Grandi, decorado al más puro estilo islandés y con un menú tradicional aliñado con un toque innovador.