Prohibitivas bellezas sobre cuatro ruedas
El Salón Internacional del Automóvil de Nueva York 2016 lleva días dejando estupefactos a los cientos de miles de personas que visitan sus instalaciones
“Solo un Porsche 911 puede vencer a un Porsche 911”, sentenció un día la marca alemana. La consigna sigue reforzándose y en esta ocasión Porsche lo ha hecho acompañado de muchas otras firmas que a lo largo de toda esta semana representan la belleza más perfecta en el mundo del automóvil.
El Salón Internacional del Automóvil de Nueva York 2016 (NYIAS-New York International Auto Show) lleva días dejando estupefactos a los cientos de miles de personas que visitan sus instalaciones. Sin todavía arrebatarle el primer puesto al Salón de Detroit, principal certamen americano, sí es cierto que el de Nueva York va poco a poco subiendo posiciones en cuanto a escaparate se refiere.
El emplazamiento volvió a ser el ‘Jacob Javits Convention Center’, una imponente estructura de acero y cristal a escasos metros del río Hudson, en el oeste de la isla de Manhattan. Maserati, Dodge, Bugatti, Porsche, Nissan, Mercedes o Audi fueron tan solo algunas de las 37 marcas que lucieron sus mejores galas para asistir a una cita en la que América, Europa y Asia confeccionaron lo mejor del lujo sobre cuatro ruedas.
Los dos primeros días fueron el turno de la prensa. Más de 70 periodistas de 23 países diferentes asistieron a las conferencias que protagonizaron los directivos de las marcas para poner al día las cifras y presentar sus bólidos. Las primicias a nivel mundial vinieron de la mano de marcas como Audi, con su R8 Spyder V10. 540 caballos repartidos en un deportivo robusto que acelera de 0 a 100 km/h en tan solo 3’6 segundos.
Por su parte Nissan llegó más fuerte que nunca con su nuevo modelo GT-R: “El monstruo nipón” decían los periodistas. El japonés llegó renovado, con más potencia y más poder, sobre todo a nivel tecnológico, gracias a su pantalla táctil desde la cual manejas buena parte de este deportivo. Un bólido que tuvo la visita de Usain Bolt, el “hombre más rápido del mundo” quien además es Director Oficial de Emoción de Nissan.
El Salón también nos trajo sorpresas que arrancaron ovaciones. Fue el caso de Maserati que brilló con su primera producción SUV: “No existe vida para una empresa que sólo se dedica a vender coches deportivos”, dijo Giulio Pastore, responsable de la marca italiana. Y así llegó ‘Levante’, un nuevo modelo con acento español que pertenece a ese 50% del negocio premium relacionado directamente con los SUV y cuyo precio de salida parte de los 82.275 euros.
Cuidado por el detalle que también aportó Mercedes con su renovada versión E43 AMG 4Matic, la más potente de la clase E. A su lado lucía otra joya alemana, el Mercedes-AMG C43 Cabrio, un distinguido deportivo que arrebató cierto protagonismo a su ‘hermano mayor’. Las botellas de champán se descorcharon entre los ingenieros de Mazda cuando su modelo MX-5 se llevó el premio al mejor coche del año y mejor diseño 2016.
Bentley, Jaguar, Kia, Lincoln, Chevrolet, Acura y muchas más firmas formaron parte de una muestra donde híbridos de última generación elevaron el lujo a su máximo esplendor con detalles de madera tallada a mano, pantallas de televisión o neveras interiores. Millones de dólares que se condensaron en este Salón repleto de medidas de seguridad para evitar cualquier tipo de riesgo. Los coches más valiosos, como por ejemplo el Porsche 911 Cabrio de más de 200.000 euros, eran desalojados a diario en enormes camiones naranjas repartidos a lo largo de las calles 40, 41 y 42 entre las avenidas 11 y 12 de la ciudad.
Era fácil ver a toda una flota de coches de lujo en esta zona de Manhattan donde durante unos días cambiamos el sonido de las sirenas por impresionante rugidos: “Es una pena no poder llevarme uno”, decía James, uno de los conductores de los camiones encargados de desalojarlos. No fue el único a quien le pesó no poder hacerlo, aunque sí es cierto que el propio Salón facilitó en todo momento a los visitantes la posibilidad de acercarse a sus prohibitivas bellezas.
Por una entrada de 16 dólares, podías subirte a buena parte de los deportivos además de probar la nueva tracción 4×4 de Jeep en un divertido circuito. Piezas exclusivas de pasado, presente y futuro que seguirán circulando y deslumbrando en Manhattan hasta el próximo 3 de abril.
