Nuevos cigarros para fumadores de siempre

Llegan a las cavas de España los Ramón Allones Club Allones, Edición Especial 2015, puros con un toque achocolatado y de fumada rápida.

Bernardo&Peyró. 12/05/2016

Cualquier persona con sensibilidad habrá de enternecerse ante la suavidad, las variaciones de la vainilla que se encuentran, por ejemplo, en los Grand Cru nº2 de Davidoff. Son cigarros que nos hablan como un susurro, como la música de José de Nebra, los vinos de Nicolas Joly o la brisa de la mañana. En ese mundo de suavidades y blanduras hay una reciente marea de excelentes cigarros dominicanos, nicaragüenses y hasta mexicanos. Circunstancia que, hasta hace unos años, era impensable.

Ramon Allones Club Allones. Compra aquí
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Pero hoy hablamos precisamente del otro extremo, la potencia estructurada que sólo se puede encontrar en algunos tabacos de Cuba. Hay puros -recordamos singularmente unos americanos- que son agresiones directas al paladar sin más gracia ni propiedad que la del daño que nos procuran. Nada que ver con estos Ramón Allones Club Allones, la Edición Limitada 2015, que desde hace unas semanas podemos encontrar por 12 euros en las cavas de cigarros españolas. Ramón Allones no es de las marcas preferidas por los fumadores españoles, aunque es una vieja conocida a la que se vuelve de vez en cuando para regalarnos la espléndida madurez de unos Gigantes o de su fantásticos Robustos.

Un puro
Un puro más oscuro y achocolatado que los de las líneas regulares

Los Club Allones son cigarros de cepo 47 y 135 mm de longitud, es decir, puros de una hora escasa de fumada. Presentan un aspecto oleoso, casi brillante y un color que, como es habitual en las ediciones limitadas, es más oscuro y achocolatado que los de las líneas regulares. Antes de encenderlo nos huele a madera, a estofado y un fondo torrefacto. El puro tira estupendamente. Desde el principio se advierte una fortaleza muy notable, un torrente de humo que parece más denso de lo habitual.

Una sinfonía mantenida con notas de café tostado
Una sinfonía mantenida con notas de café tostado

Si el fumador no está acostumbrado es posible que sea tan intenso que le cueste distinguir sabores. Por esta razón es recomendable fumarlo, por ejemplo, después de una comida o con un alcohol venerable (nosotros tuvimos la suerte de fumarlo tras un inolvidable Moscatel Toneles). Es posible que aparezcan unos verdes en el cigarro, aunque nosotros no los hemos encontrado. Lo que encontramos es una sinfonía mantenida con notas de café tostado, pimientas, salazones por momentos, notas dulces en otros casos y un fondo verdaderamente sorprendente a regaliz y a cacao.

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