El summun de la felicidad está en Dinamarca

La felicidad se encuentra en el disfrute hedonista de los pequeños momentos de placer cotidianos. El secreto para encontrarla está en Dinamarca.

Ana Villarrubia. 19/05/2016

El Informe Anual sobre la Felicidad, el World Happiness Report, sitúa en 2016 a Dinamarca como el país en el que los habitantes muestran mayores índices de felicidad. Le siguen Suiza e Islandia, mientras que los españoles nos tenemos que resignar a estar situados en el lejano puesto 37. Los habitantes de Togo, Siria y Burundi cierran la trágica cola de este ranking que resulta tan esperanzador para unos como desolador para otros.

Las pequeñas cosas nos hacen más felices
Las pequeñas cosas nos hacen más felices

Desde el punto de vista psicológico, el resultado de este estudio es bastante sorprendente y algo desconcertante. Pasado un determinado umbral material de subsistencia, sabemos que la concepción psicológica de la felicidad está vinculada a aspectos básicos como la luz del sol y la buena salud, y a otros no tan básicos como la calidad de las relaciones sociales y la percepción de control que las personas tenemos sobre nuestras propias vidas. Se supone que los países mediterráneos encajamos mucho mejor en esa descripción que los del norte de Europa, que tan a menudo nos superan a pesar de contar con menos horas de luz, redes de relaciones sociales y familiares menos aglutinadas, mayores tasas de suicido y mayor prevalencia de trastornos psicológicos, incluyendo drogadicciones.

Compartir un momento con nuestra pareja nos llena de felicidad
Compartir un momento con nuestra pareja nos llena de felicidad

Sin embargo, el informe no miente, no cabe la posibilidad de pensar que haya sido manipulado. El World Happiness Report se elabora a partir de un sistema de encuestas que es igualmente exhaustivo y riguroso para cada país evaluado. Las conclusiones se extraen a partir de las análisis de las respuestas que la muestra de encuestados da a una pregunta, siempre la misma: «En una escala de 0 a 10, en la que el 10 representa la mejor vida posible y el 0 representa la peor vida posible, ¿cómo puntuaría su vida actual en esa escala de 0 a 10?» No hay trampa ni cartón. Entonces, ¿cómo se explican estos resultados?

Disfruta de una puesta de sol o de un amanecer
Disfruta de una puesta de sol o de un amanecer

La respuesta no anda muy lejos. El secreto de los daneses para ser los habitantes más felices del mundo está en lo que ellos llaman hygge, un término que haría alusión a lo que los anglosajones llaman cozy y nosotros llamamos acogedor, pero con una vuelta de tuerca. Para ellos, además, el hygge tiene otros matices y se asocia con algo que da paz, que te abraza, que sintoniza con el alma. Hygge, por ejemplo, es deleitarse delante de una cálida chimenea mientras fuera caen chuzos de punta; es saborear un vino (para ellos caliente, con especias y con azúcar); es reunirse y disfrutar de una buena charla y de la compañía de otros; es el olor a café o a pan recién tostado por la mañana y es el tacto agradable de una suave lana.

La filosofía slow, una tendencia que crea 'adicción'
La filosofía slow, una tendencia que crea ‘adicción’

La cosa, así explicada, ya no tiene tanto misterio y el hygge no tiene por qué tener en exclusiva un copyright danés. No responde a nada más que al placer de las pequeñas cosas, al disfrute de las recompensas cotidianas, a la sensación de plenitud asociada a saborear con todos los sentidos el momento presente. El hygge tiene mucho de Mindfulness, de tranquilidad, de conciencia plena, de psicología positiva, de disfrute del momento, de vivencia pura y limpia de las emociones y de conexión con el entorno. Tiene mucho de carpe diem, de aprovechamiento del tiempo, de abrazo a la vida, de dejarse fluir y fundirse en una honda respiración.

Párate a pensar y disfruta de cada instante
Párate a pensar y disfruta de cada instante

Pongámosle el nombre que queramos, la felicidad está en nuestra capacidad para disfrutar de los instantes de bienestar que la vida nos regala cada día. Una sobremesa con amigos, el apoyo de la familia, un rato de apasionante lectura, un buen vino (no a más de 15 grados y sin añadidos extraños, por favor), una terraza al sol, meterse en la cama con las sábanas limpias, una buena ducha, un bocado gourmet, el tacto de la hierba bajo nuestra piel, el beso de tu persona favorita en el mundo…

Los amigos y disfrutar de un momento de relax, claves para ser feliz
Los amigos y disfrutar de un momento de relax, claves para ser feliz

En el fondo, los daneses no han inventado nada. Quizá lo que ocurre es que sus rutinas diarias les permiten más tiempo para la conexión física y espiritual con su entorno. Lo que hace falta, entonces, es dejar de ir corriendo por la vida,  hacer el hueco necesario para que nuestro horario nos permita unos instantes de atención plena: percatarnos de todo lo que podemos disfrutar a nuestro alrededor y empaparnos así de instantes de felicidad. No nos vendría mal contagiarnos un poco de la filosofía del movimiento slow.

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