¿Quieres tener a Mickey Mouse como vecino?

¿Qué puede haber más exclusivo que tener una mansión dentro del parque de atracciones más famoso del mundo? Eso mismo se han debido preguntar los dueños de Disney que, junto con sus nuevos cruceros y las nuevas líneas que tendrán a NY como puerto de llegada y da salida, son la gran apuesta para este ejercicio. Disney (Walt Disney Co.) cotiza en el NYSE en la Bolsa de valores de Nueva York. La semana pasada, el gigante del entretenimiento presentaba resultados trimestrales correspondientes al primer trimestre del año y, por primera vez en cinco años, no cumplían las previsiones de los analistas. Disney obtuvo unos ingresos de 12.970 millones de dólares, cuando el objetivo de Wall Street era de 13.190 millones, según Thomson Reuters.

Entre los problemas a los que se enfrenta la multinacional está que los jóvenes (millennials) ya ven los contenidos a través de Internet, y las cadenas de cable como ESPN están soportando altos costes y baja audiencia. Los parques temáticos siguen cumpliendo con las expectativas, pero la multinacional tiene que innovar. Y una de sus innovaciones es esta nueva urbanización de absoluto lujo.

Dentro de Disney World en Florida se acaba de presentar el Oak Resort, una urbanización privada con casas decoradas «a medida y al gusto del comprador», absolutamente tranquila y sobre todo, pintoresca. El nuevo barrio Kingswell lleva el nombre de la calle de California donde los hermanos Disney establecieron su primer estudio.

Consta de 53 parcelas y 300 mansiones personalizadas distribuidas entre parques de golf, bosques fantásticos, lagos y parques de ensueño. Entre las comodidades de tener tu mansión dentro del parque Disney, están todos los servicios del Hotel Four Seasons, transporte personalizado y pases VIP para las instalaciones del parque de atracciones.

Y parece que es un éxito, porque hay más demanda por las viviendas que las planeadas para cuando se termine totalmente la urbanización. De momento, Disney no se plantea exportar este concepto al resto de sus parques temáticos porque consideran que los posibles compradores son gente ‘muy especial’ que quiere, entre otras cosas, exclusividad.