Helado de vino, el postre adulto

Recientemente los hemos visto de aceite de oliva, de chocolate con sal marina y de casi todos los dulces que se nos pasen por la mente, pero solo Mercer’s ha conseguido el equilibrio perfecto al fusionar leche y vino de manera elegante y muy gustosa.  Las tarrinas de esta marca contienen sabores tan sorprendentes como el Chocolate Cabernet, un helado en el que se mezcla un cabernet con la potencia de la cereza y la grosella, con el dulzor amargo del chocolate. Y por si eso fuera poco, imagina el crujir de las pepitas de chocolate que lo acompañan.

Para los más experimentados en el maridaje, ofrecen un Cherry Merlot, en donde la presencia de la cereza se vuelve más sofisticada y acompaña al gusto del vino que la envuelve. Si eres de los que gusta de un vino dulce al término de la comida, tu sabor es el Porto, pues en él se aprecia el lujo y la densidad de un vino intenso.

Para los paladares más dulces y menos acostumbrados a los placeres del dios Baco, hay sabores como el Peach White Zinfandel, en el que trozos de melocotón aderezan un blanco afrutado. Pero sin duda el clásico, con el que no fallas, es con el Red Raspberry Chardonnay, que fusiona un Chardonnay macerado en barrica de roble con vainilla y frutos rojos.

Para descorchar cualquiera de ellos debes ser mayor de edad, porque todos contienen un 5% de alcohol. Y quizá esto sea parte de la clave de su éxito, el hecho de ser capaz de combinar un producto tan inocente como el helado con un placer adulto como es el vino. Desde 1950, año de su nacimiento, Mercer’s ha sido distinguida con varios premios por la calidad de sus productos, pero en 2002 nueve familias de la zona compraron la empresa para que siguiese creciendo y desde que presentaron por primera vez su mezcla más rebelde, la de vino y leche, no han parado de cosechar éxitos.

Si lo que te preocupa son sus calorías, puedes estar tranquilo, dependiendo del sabor, una tarrina tiene de media 250 Kcal, es decir, un poco más de lo habitual en un helado típico. Un peaje que se hace fácil pagar para no perderse esta combinación explosiva.

Así que, ya sabes, si este verano te invitan a una cena y no sabes qué llevar, dudas entre vino y/o helado… lleva solo una cosa y sorprende con este postre tan original, como irreverente. Además, olvídate de la pesadilla del maridaje, pocos combinan mejor que este. Si lo que necesitas es más de sofá, cuchara grande y música melancólica, este helado también aplica, pero eso sí, cómelo con moderación, es tu responsabilidad. *Fotos cortesía de @wineicecream.