El Descanso Sencillo

Hay momentos en la vida donde el tiempo no mide esencialmente el devenir de los acontecimientos, es en esas ocasiones cuando los pequeños detalles, los más simples, pero no por ello menos relevantes, adquieren una presencia destacada. Pequeñas píldoras de humildad que, juntas todas, acaban dando origen a recuerdos y sensaciones imborrables que terminan por ser el mejor reflejo del paso del tiempo.

De este modo, durante más de diez años, Esteban González, el impulsor de este proyecto, junto a su madre y hermana, han trabajado a diario por ser una parte importante en el recuerdo de las cientos de personas que han pasado por El Texeu, el hotel rural (dos estrellas) que ellos mismos construyeron en la pequeña y bucólica aldea asturiana de Parres, en Llanes. Un famoso municipio por sus espectaculares playas salvajes, montañas vertiginosas que se asoman al mar, su gastronomía y la proximidad al Parque Nacional de Picos de Europa.

Con una filosofía muy clara, El Texeu apuesta por convertir la estancia de sus huéspedes en placenteros momentos de desconexión donde cada pequeño detalle constituya un remanso de tranquilidad y sosiego digno de ser compartido. El Texeu es un hotel familiar, no solo por el tipo de clientes que ocupan sus diez habitaciones, sino por su propia concepción. Regentado por la acogedora familia González, la cercanía con los visitantes es total, un lugar donde los dueños abren las puertas de su casa participando de la experiencia rural que supone descubrir y conocer un entorno en el que ellos mismos han crecido y vivido.

El enclave geográfico, Llanes, donde el hotel rural está construido, dota a cada una de las estancias y rincones de la casa de una personalidad propia que termina por envolver a sus clientes. Y lo mejor de todo, los hermanos González, Esteban y Susana, siempre regalan a sus clientes las claves para descubrir los secretos de esta comarca única: playas, rutas de senderismo, las fiestas más animadas y por supuesto los mejores restaurantes y sidrerías.

La sencillez de los detalles que acompañan a la estancia de los huéspedes de El Texeu, es la seña de identidad más destacable del hotel. Con una clara vocación rural, cada momento del día termina por convertirse en una nueva oportunidad para disfrutar de los pequeños placeres que la vida en la casa es capaz de brindar a los visitantes. Tanto en el interior de sus instalaciones, como en su tranquilo porche y jardín, cada rincón es perfecto para disfrutar desde un desayuno casero al despertarse, como de un rato de carcajadas y sidras con los dueños del hotel al atardecer.