La suntuosa funda de iPhone7 para ricos
Es la más ostentosa de la historia. También la que más brilla. Aunque muchos podrán tener el nuevo móvil de Apple, sólo unos cuantos podrán tener este accesorio.
En cuestión de horas, Apple va a presentar al mundo el último smartphone de la marca: el iPhone7 y, sin embargo, para muchos lo más importante no será si tiene un ‘jack’ para los cascos o si la cámara es dual… lo que les preocupa es con qué joyas van a vestirlo. Para ellos nació Brikk, una empresa con sede en Los Angeles, que convierte un mundano iPhone en una pieza de coleccionista.
Mucho antes de conocer la fecha oficial de lanzamiento del nuevo dispositivo de la manzana, esta empresa ya anunciaba su colección. Y, ¿adivina qué? El teléfono aún no ha salido al mercado y las propuestas de Brikk llevan semanas agotadas. Y es que un iPhone7 está al alcance de casi cualquier persona, pero el iPhone “más ostentoso del mundo” (así lo define la marca) sólo lo pueden tener unos pocos.
Entre las opciones de acabado, Brikk ofrece a sus clientes una paleta de joyería con la que hacer que su iPhone destaque hasta guardado dentro un bolso. A elegir si el acabado final, es decir, las dos últimas capas de las cinco que protegen la unidad central, es en oro rosa de 18K, amarillo de 24K o platino de 950 milésimas. En 10 colores distintos y el logo que deseemos hecho a base de diamantes, estas versiones tienen un precio de salida de 4.995 dólares. Todas ellas tienen una forma heptagonal y un acabado a elegir entre brillo o mate.
Pero si estas opciones se te quedan cortas, siempre te queda comprar uno completamente personalizado, diseñado en exclusiva para ti, atendiendo a tus peticiones, por Cyrus Blacksmith, director creativo y CEO de la marca. En sus manos está interpretar tus deseos y poner en las tuyas un smartphone cubierto de diamantes por valor de unos 1,3 millones de dólares.
Haya ‘jack’ de audio o no, Brikk no se ha olvidado de los accesorios y también comercializa unos cascos en oro completamente personalizables, el cargador de coche y casi cualquier cosa con la que un iPhone tenga alguna relación en su versión gran lujo. Eso sí para que todo pese menos, Brikk dice destinar una parte de los fondos recogidos a proyectos benéficos.
Y como cualquier obra de arte que se precie, no puede ser transportada en cualquier embalaje, estos privativos ornamentos se entregan en un maletín de policarbonato de la exclusiva marca estadounidense Zero Halliburton. Como si de muñecas rusas se tratase en los pedidos de Brikk una joya protege a otra joya, que a su vez es una joya en sí misma.