¿Sabes cómo es la sonrisa perfecta?
Diseñar la sonrisa ideal es posible, pero siempre debe estar en sintonía con el resto del cuerpo.
Presentar una sonrisa radiante es fundamental, pero también lo es que esta sea natural. Cuando tus piezas dentales parecen artificiales, por lo general, no resultan atractivas para la gente porque no es aquello a lo que estamos acostumbrados. Esto se hace más evidente en algunas celebrities, que quieren lucir una sonrisa de película cueste lo que cueste, sin tener en consideración aspectos como sus rasgos faciales, su color de piel y, en definitiva, su anatomía corporal.
La obsesión por conseguir sonrisas perfectas lleva a la obtención de resultados verdaderamente erróneos en cuestiones de color, forma y posición que rara vez son corregidos porque a simple vista pueden parecen mejores que los anteriores. Las piezas dentales deben estar en todo momento bien alineadas pero sin originar por ello un defecto en la mordida, ya que esto afecta a toda la mandíbula, así como a la estructura facial general.
La naturaleza de la boca es lo primero que se debe contemplar a la hora de diseñar tu sonrisa. En la estética dental, como en todo lo relacionado con el cuerpo, existe una tendencia a establecer los mismos cánones para todos, cuando en realidad lo más apropiado es remarcar los rasgos propios de cada paciente y su propia personalidad. Este proceso pasa por considerar las proporciones entre las distintas piezas dentales y su relación con el resto de la cara.
El resultado óptimo se obtendrá cuando la sonrisa tenga un aspecto natural en perfecta sintonía con el cuerpo y no se asemeje a una dentadura prefabricada. Para este fin, la inversión en nuevas técnicas aplicadas a la odontología es la clave. Con tecnologías como SmyDesign ya podemos diseñar la sonrisa perfecta para cada persona, adaptándonos a sus rasgos y a sus necesidades. Además, se puede observar y modificar en tiempo real una simulación del diseño de la boca para obtener unos resultados precisos y desarrollar el tratamiento adecuado de la manera más eficiente posible.
Por eso cualquier tratamiento debe estar revisado por un profesional odontólogo que conozca a la perfección cada uno de los elementos de tu boca. De esta forma evitarás cualquier disgusto y podrás sonreír sin miedo a que tu boca parezca una unidad aislada dentro de los elementos propios de tu rostro.