“El 80% de las consultas son por depresión y ansiedad”

‘Borrón y Cuenta nueva’ es el libro referencia para mantener una vida emocional equilibrada. La psicóloga Ana Villarubia, con tan solo doce pasos, pretende que mantengamos el orden de nuestra vida alejándonos de pensamientos negativos, obsesiones y preocupaciones, para realmente comenzar a reencontrarnos con nosotros mismos valorándonos, mejorando nuestra autoestima y haciendo posible todo lo que nos propongamos.

The Luxonomist: ¿Qué nos vamos a encontrar los lectores en ‘Borrón y Cuenta nueva’?
Ana Villarubia:  Yo creo que cualquier persona que lo lea, incluso yo misma, nos podemos encontrar una guía muy aplicada a la vida. Yo creo que es una respuesta a las emociones que sentimos todos los días y que no sabemos manejar, que sabemos que son obstáculos, pero no sabemos cómo derribarlos, en conclusión, creo que son respuestas a inquietudes cotidianas.

TL: ¿Cómo podemos hacer para no perder el control en momentos donde nos sentimos agobiados?
AV: En un momento de ansiedad, por ejemplo, sería mantener la calma y tú dirás «claro, que fácil decirlo». Siempre hay que realizar una serie de técnicas porque uno no mantiene la calma porque quiere, sino porque lo ha entrenado previamente. Son una serie de técnicas que nos alivian tanto a nivel físico, como cognitivo. La ansiedad tiene muchas vertientes, la parte física que nos hace sentir incómodos, que nos hace sentir ahogados en un momento dado, sudar Y luego está la parte cognitiva, que es la parte con la que nos martillamos a cada rato; en ella aparecen pensamientos negativos, dudas, juicios, etc.

En este momento podemos hacer dos cosas en el caso de la ansiedad física: respirar y utilizar herramientas que explico en el libro para controlar físicamente la ansiedad. Y con la parte cognitiva (yo creo que es la más importante) se puede aprender a desechar los pensamientos que nos causan este tipo de ansiedades y quedarnos con aquellos que nos permiten actuar.

TL: ¿Cuál es la causa principal por la que te visitan los pacientes en tu centro?
AV: Yo creo que el 80% de las consultas que atendemos en un centro ambulatorio y privado como el mío son por causas de depresión y ansiedad. La depresión y la ansiedad son dos caras de la misma moneda. Rara es la depresión que no haya empezado con síntomas de ansiedad. En definitiva, son dos grandes males de la insatisfacción y de no saber o no poder hacerse cargo del mundo. Y sí, pienso que son dos de los grandes trastornos a combatir no solo por el sufrimiento que causan, sino por el nivel de incapacidad que generan, ya que una persona con depresión no es capaz de levantarse por la mañana para ir a trabajar.

TL: ¿Qué fue lo que realmente te motivó a empezar a trabajar en el mundo de las emociones?
AV: Siempre he pensado que no son las cosas que nos pasan, sino cómo lo interpretamos. Por ejemplo, ahora mismo nos puede pasar la misma cosa a ti y a mí, cada una la percibimos de una manera distinta y generaremos emociones distintas. ¿Qué pasa? Que si yo no sé manejar esa emoción, me puedo quedar ahí, incluso toda la vida y puedo generar un trauma cuando no era ni siquiera importante. Yo creo estas cosas son cruciales y me parece que son el tipo de cosas que nos deberían enseñar en el colegio y no solo en un consultorio de psicología.

TL: ¿Cómo podemos mejorar la autoestima?
AV: Es eso que cada uno tenemos clavado y siempre queremos mejorar. No tiene por qué ser muy alta, ni inflada. Se trata solo de que esté equilibrada y para mejorarla debemos ser conscientes de nuestras limitaciones porque todos las tenemos y también de nuestros objetivos. Y en base a esos objetivos, conocer qué fortalezas puedo trabajar para conseguirlo. Si tengo una buena relación conmigo también la tendré con los demás, si me exijo lo justo y motivo lo necesario, también podré conseguir eso con los demás y si además aprendo a no distorsionar mi visión del mundo, también mejoraré mi autoestima.

TL: ¿Cuál de esos doce pasos consideras indispensable?
AV: Sin duda, el que me marcó es aprender a vivir la vida sin gafas que distorsionen y que no nos permiten percibir la realidad. Si yo me empeño en pensar que te caigo mal, da igual lo noble que seas y el empeño que pongas, yo me iré pensando ‘madre mía que mal le caigo a Nathalie’. Si consigo percibir la vida sin filtros cognitivos (los del pensamiento) que la adulteren, para mí el camino está andado.

TL: De todos tus casos, ¿cuál ha sido el más gratificante?
AV: Aquellos en los que la persona viene porque alguien ha venido y no vienen muy convencidos. Poco a poco empiezan a hacer cosas distintas y obtienen resultados distintos… Un día te dicen “Oye yo creo que sí, que creo que soy capaz”. Pueden llegar con un problema de ansiedad, cotidiano, emocional, o depresivo… y la persona va poco a poco cogiendo la rienda y el control de aquello que por sí daban en manos de otros y luego te dicen: “esto lo conseguí yo”.

TL: ¿Por qué has decidido publicar el libro en este momento?
AV: Surgió la oportunidad. Tengo una filosofía en la vida que no es buen consejo: métete en todo lo que puedas y sobre todo que te ilusione, aunque no sea el momento idóneo. Y justo en ese momento estaba muy ocupada; a unos meses de mi boda, de mudarme, con muchas colaboraciones en medios, tenía que llevar mi centro y terminar otro máster… Pero el resultado ahí está y me siento muy gratificada.