Trump ya ha ganado en Halloween
"¿Cuántos Donald Trump veremos este año en Halloween?", me pregunta mi vecina en el ascensor a las siete de la mañana.
No alcanzo a articular una respuesta coherente. Porque, la verdad, la respuesta es infinita. El pasado Halloween ya arrasó en Washington el disfraz del magnate republicano. Y sí, es Washington, la ciudad más obsesionada por la política del mundo, hasta un punto poco saludable. Pero este año, con la campaña en su momento más ardiente a días de las elecciones presidenciales, Halloween promete ser el punto álgido para desintoxicar las tensiones políticas acumuladas en todo el país tras una de las campañas más sucias de la historia.
Las opciones son múltiples en los catálogos. También la creatividad manual está por las nubes. Desde el disfraz de Trump trajeado, eslogan en mano, para sus seguidores, al mini Trump para los más pequeños, la versión más anaranjada del candidato presidencial republicano para los artísticos, o el disfraz de «sexy Trump», porque tiene que haber de todo en esta vida.
También hay una versión más polémica y desagradable, Trump el manoseador, puesto a la venta en eBay por la periodista británica, Jemima Goldsmith, para recaudar dinero destinado a los refugiados sirios, «porque eso es lo que a Donald le gustaría». Ella lo estrenó ya en la gala de Halloween de UNICEF 2016.
Pero la opción más tenebrosa (y más barata) está al otro lado del mundo. De momento. Se trata de una máscara de latex de la fábrica Shenzhen Lanbingcai Latex Crafts de China, que con una treintena de empleados se dedica a confeccionar toneladas de disfraces de Halloween. Está a la venta solo en territorio doméstico por 4 dólares.
China ha sido parte esencial de esta campaña electoral, al servir como ejemplo constante de Donald Trump a la hora de hablar de los malos acuerdos comerciales firmados por la administración estadounidense. «No dejaremos que China siga ganando», asegura Trump insistentemente, culpando al país de robar puestos de trabajo y superar en tretas comerciales a la primera potencia económica del mundo. También ha generado infinidad de memes en las redes sociales, por la extraña manera de pronunciar «China» que tiene el magnate republicano.
Pekín no se ha manifestado hasta ahora. Pero una respuesta indirecta y contundente puede ser la fabricación de esta máscara de latex, con uno de los precios más competitivos del mercado y perfeccionada hasta el más mínimo detalle. Tanto que solo es apta para los más valientes en la oscuridad de la próxima noche de Halloween.