Burberry seducida por el Brexit
Los inversores esperaban que la británica Burberry presentase unas cuentas positivas gracias al desplome de la libra esterlina provocado por el Brexit.
Los inversores esperaban que la británica Burberry presentase unas cuentas positivas gracias al desplome de la libra esterlina provocado por el Brexit. Sin embargo, la negativa evolución en Asia ha pesado más al final en sus resultados.
Vamos por partes. Aunque Burberry es una firma británica, lo cierto es que la mayor parte de sus ventas se producen fuera de sus fronteras, especialmente en Asia. Al presentar sus cuentas en libras, las cifras deberían dispararse ya que esta divisa vale alrededor de un 20% menos que hace un año frente a las divisas extranjeras en las que obtiene sus ingresos (euro, dólar, yen, otras divisas asiáticas…).
Sumando las mayores compras de los turistas que visitan UK y la conversión a divisa local de las ventas logradas en otras monedas debería suponer un importante impacto positivo, que la propia compañía cifraba en unos 125 millones de libras para todo el ejercicio.
Sin embargo, este escenario ha quedado oscurecido por la caída de sus ventas. Las ventas en Hong Kong, que supone casi un 10% del negocio total de Burberry, han retrocedido más de un 10% en el primer semestre fiscal. Además, la compañía ya ha advertido que en la segunda mitad de su ejercicio fiscal el negocio mayorista en la zona caerá aún más, en torno al 15%. La empresa ha intentado paliar esta evolución negativa de las ventas con un descenso de precios, pero hasta ahora no ha obtenido el resultado esperado.
Mientras, en Estados Unidos la caída de sus ventas mayoristas alcanzó el 25% y las expectativas no alimentan una mejora para la segunda mitad del año fiscal, ya que Burberry parece estar más centrada en controlar los costes que en buscar nuevas fórmulas de crecimiento. Las buenas noticias llegaron desde Reino Unido, donde las ventas aumentaron un 30% gracias a las compras de los turistas, ya que la caída de la libra ha provocado que sus productos estén mucho más baratos para los visitantes extranjeros. Este mercado ya supone el 15% de sus ventas minoristas totales, cinco puntos porcentuales más que hace doce meses.
Burberry está sufriendo más que otros competidores. En las últimas semanas, rivales como Estee Lauder, LVMH o Jimmy Choo han presentado unos sólidos resultados, lo que a su vez había alimentado las expectativas de los inversores sobre Burberry. Su cotización llegó a subir casi un 50% desde mediados de junio impulsada por el Brexit, gracias precisamente a las expectativas generadas por la caída de la libra esterlina. Estas cuentas han quebrado de momento la tendencia alcista. Hoy la empresa vale en bolsa un 25% menos que a principios del pasado año.
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