¿Afecta la victoria de Trump a Ralph Lauren?

Lo que empezó como una compañía especializada en la venta de corbatas, rápidamente se expandió hacia otros productos y colecciones. En 1993 introdujo su línea sport de Polo, cuatro años más tarde el nombre de la compañía cambió de Polo Ralph Lauren a solo Ralph Lauren con la intención de reflejar el conjunto de sus marcas y no solo Polo.

En la actualidad, la compañía está sufriendo descensos en los ingresos y una reducción de sus márgenes. Tras conseguir un beneficio de 776 Mn$, o 8,43$ por acción en el año fiscal del 2014, Ralph Lauren sufrió un descenso de los mismos hasta los 702 Mn$ (7,88$ por acción) en 2015 y para el 2016 de 393 Mn$ (4,62$ por acción).

Si echamos un vistazo a las cuentas de la compañía en los últimos 10 años podemos observar que el valor en libros, los flujos libres de caja, así como los beneficios por acción han ido creciendo considerablemente a lo largo de los años. Sin embargo, en el año 2015 se puede observar una ralentización en el crecimiento de la compañía seguido de un decepcionante 2016.

La estructura de capital de Ralph Lauren es muy conservadora, poco apalancada, lo que sin duda aprecian agencias de rating como Moody’s, que le otorga una nota de A2. La mayor fortaleza de Ralph Lauren es la valoración de su marca por los consumidores. El segmento premium continúa siendo muy valorado tanto por hombres como por mujeres. Sin embargo, es necesario un ajuste que le permita ser más competitiva en el mercado de la moda actual.

La victoria de Trump también puede influir en la evolución futura de Ralph Lauren. Si finalmente el candidato republicano decide aplicar políticas proteccionistas, esta compañía puede ganar en competitividad en el mercado doméstico, ya que sus competidores extranjeros se verían penalizados por el pago de mayores aranceles. Recordemos que en 2016, del total de ingresos del grupo un 66,7 % provino de América, el 21,2 % de Europa y solo un 12,1 % de Asia.

En línea con la consecución de estos objetivos se contrató a Stefan Larsson como CEO de la compañía. Stefan cuenta con una experiencia previa contrastada en firmas como H&M y Old Navy. Es un directivo reconocido dentro del sector y con una positiva valoración por parte de los inversores, basta con observar la revalorización de las acciones en el momento en que se hizo pública la decisión (+12 %).

Sin embargo, lo que marcará la diferencia no será la subida puntual de las acciones de la compañía, sino su capacidad de liderar la compañía en el largo plazo reduciendo la brecha existente entre el negocio y la marca.

Analista: Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank.
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