Duelo de estilos: Carla Bruni vs Melania Trump
El chic parisino contra el estilo americano, dos exmodelos convertidas en primeras damas de dos de las primeras potencias mundiales.
Con esto de las mujeres elegantes pasa como con los fallecidos: todos son buenos y santos cuando mueren. Pues todas las mujeres que se convierten en reinas o en primeras damas, se trasforman en elegantes, aunque no lo hayan sido nunca. Pasó con la reina Letizia y vamos por el mismo camino con la nueva primera dama de La Casa Blanca.
Con la saliente, Michelle Obama, también se han pasado de frenada, a veces, calificándola de maravillosamente vestida, claro que ella nunca lo ha necesitado, es mucho más que elegante. Tiene un estilo y no necesita nada para imponer su personalidad.
En cualquier caso sus guiños a Versace, a Del Pozo no han pasado desapercibidos. Ahora empieza la campaña para aupar a la señora Trump al Olimpo de las elegantes. Una tarea harto difícil.
Melania Trump nunca ha sido elegante, más bien lo contrario. En cualquier caso, la elegancia en una mujer no es lo que más le ha interesado al recién electo presidente Trump. Algo que ha dejado claro con sus dos exmujeres Ivana y Marla, que no destacaron precisamente por su buen gusto en el vestir. Melania pasará a la historia de La Casa Blanca, más por sus desnudos que por sus vestidos.
Al menos, hasta ahora, aún es posible que se deje asesorar, no como otras más cercanas, para encontrar un estilo más correcto. En Estados Unidos hay buenos diseñadores y ella ya ha tirado de Ralph Lauren para los últimos compromisos. En cualquier caso, no sé si las marcas van a querer unir su imagen a la marca Trump. Veremos si firmas como Calvin Klein pasan por el aro.
Carla Bruni: glamour por los cuatro costados.
Un buen ejemplo de una primera dama elegante, antes de serlo y después, es Carla Bruni, quien también fue modelo. Ahí terminan las odiosas comparaciones con la señora Trump.
Hay modelos y modelos, porque esa palabra engloba en un mismo saco cosas muy distintas. Melania fue modelo con muchas comillas y Carla fue una top model y musa que se codeó con los grandes de la época, como Saint Laurent. Sin duda, marcó un estilo y transpiró glamour por los cuatro costados. Carla es italiana y nacionalizada francesa, que en moda es como juntar el champagne con las ostras. Made in Italy con el chic francés.
Carla fue en el Elíseo una representante de la moda con mayúsculas. Dior y el resto del chic parisino, se volcaron en enseñar al mundo sus divinas creaciones, aprovechando que tenían una señora con el físico y el estilo de la Bruni. Hubo intentos de “duelos” con doña Letizia, pero no nos engañemos; ni la española pudo nunca con ella, ni la americana le llegará nunca a la suela de esos maravillosos zapatos planos de Rover Vivier que solo una mujer parisina sabe lucir con un traje largo para una cena de gala.
Para medirse en elegancia con Carla, hay que saber usar unos mocasines y Melania no sabe. Ni Ivana, y puestos a decir, ni Letizia que solo ha conseguido alzar su imagen a los espantosos Letizios.
Carla es la imagen de Bvlgari, el no va más en elegancia italiana. No puedo pensar en Melania siendo imagen de nada parecido a ese emblema del lujo.
Habrá que ver ¿de qué acaba siendo imagen Melania? Aunque, ahora mismo se acerca más a la chabacanería de la marca Trump, que a la elegancia de las joyas intemporales de Bvlgari. Tiempo al tiempo. ¡Cómo echamos de menos a Diana, princesa de Gales! En fin, Dios salve a la nueva primera dama.