Los osos también beben ginebra

Hoy os descubrimos Ginbear, la misteriosa ginebra madrileña de producción artesanal que con su dulzor nos tienta y gana.

Hace tiempo descubrí una ginebra nueva, diferente y muy castiza. Fue un día soleado, no recuerdo si era primavera o verano, cuando al salir del restaurante La Pecera del Círculo de Bellas Artes de Madrid, la vi. Creo que la estaban promocionando o simplemente querían resaltarla, ya que un carrito minibar color dorado muy mono situado en la terraza de la calle Alcalá estaba repleto de botellas y copas de esta marca de ginebra.

"Conocí la ginebra al salir del restaurante La Pecera"
«Conocí la ginebra al salir del restaurante La Pecera»

Lo primero que me llamó la atención fue su nombre, ‘Ginbear‘, pero al observar la etiqueta lo entendí todo. Un oso y un madroño rodeados por siete estrellas dominaban el diseño cobrizo de la misma. Algo que podría resultar demasiado institucional para algunos, para mí fue llamativo y funcional: con solo verla ya intuyes que se trata de una ginebra madrileña. Identidad tiene y de eso no cabe duda. Esta elegante y sencilla botella hizo que me entrase la curiosidad de probarla, y así lo hice.

De aspecto cristalino, Ginbear es una ginebra que sorprende
De aspecto cristalino, Ginbear es una ginebra que sorprende. Haz clic para comprarla

A la vista, Ginbear es una ginebra cristalina y limpia. En nariz dominan los cítricos y alguna nota floral, y en boca resulta sorprendentemente suave (casi apetece tomarla sin tónica ni nada), con una mezcla de enebro, cítricos, frutos rojos y canela. Sorprende, sí. Y más cuando al olerla esperas una ginebra más bien seca y te encuentras con que en boca se torna dulzona. Es una Dry Gin pero que de ‘dry’ tiene poco. Pese a todo me gusta, y mucho.

Ginbear ganó el premio Ginmotive a la mejor ginebra
Ginbear ganó el premio Ginmotive a la mejor ginebra

Una vez catada -y bien catada- me decidí a investigar su procedencia. Todo indicaba que se trataba de una ginebra Made in Madrid y así era. En la destilería Alambique de Santa Marta, situada en la localidad madrileña de Aljavir, llevan desde 1999 elaborando licores y orujos, pero no fue hasta 2014 cuando decidieron lanzarse a elaborar ginebra, su asignatura pendiente. Ese mismo año, Ginbear ganó el premio a mejor ginebra en el concurso internacional GinMotive, lo que dio a sus creadores el empujón necesario para lanzarse y apostar por ella.

Apetece tomarla sola, sin tónica
Apetece tomarla sola, sin tónica

La empresa familiar Alambique de Santa Marta sigue una filosofía clara que apuesta por lo artesanal. Así se elabora Ginbear, siguiendo un proceso de lo más natural y tradicional, partiendo de alcohol de trigo francés en el que maceran durante un periodo de entre 7 y 10 días los 15 ingredientes secretos (de los que pueden deducirse el enebro, naranjas y limones, canela y cardamomo), para luego destilarse juntos en el alambique de cobre de 250 litros. Finalmente, el alcohol obtenido de 83 grados se reduce hasta 40 grados por dilución en agua pura para luego embotellarse. Un proceso clásico, lento, pero por el cual se obtiene una gran calidad, logrando un perfecto equilibrio entre todos los ingredientes que intervienen en el proceso.

La elabora el Alambique Santa Marta
La elabora el Alambique de Santa Marta

Hay quien dice que es la primera ginebra madrileña, no sé si hacer esa pregunta a los amigos de la Destilería Santamanía, pero desde luego se demuestra una vez más que en Madrid se sabe hacer buena ginebra. ¿Te animas a probarla?

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