Protege a tu perro del frío

A pesar de lo extendida que está la idea de que los perros tienen suficiente con su pelaje (especialmente los de pelo largo) y la capa de grasa bajo éste para hacer frente al frío, sea cual sea la temperatura, es un error. En general, se puede decir que aunque la raza influye, si tú tienes frío, el perro también lo tiene. No es una moda que ahora haya cambiado, es simple ciencia. La temperatura corporal habitual del perro está entre los 38,5 ºC y los 38,8 ºC, considerando que la nuestra está entre 35 ºC y los 37 ºC , para alcanzar la temperatura óptima de un perro se necesita más calor que para llegar a la nuestra, ahí es donde entran en juego sus capas de pelo y grasa mayores que las de los humanos. Por tanto,  si un perro siente el frío prácticamente igual que tú. 

Signos externos para identificar si un perro tiene frío.

• Temblores
• Rigidez muscular o falta de movilidad
• Somnolencia
• Respiración lenta y torpe
• Piel reseca
• En casos extremos: Final de la cola o alguna otra parte entumecida.

Por favor, si notas alguno de estos síntomas ayúdale a entrar en calor inmediatamente. En el último caso, además, masajea la zona y si no ves pronto mejoría, llévalo al veterinario.

Cuidados para invierno
Los perros necesitan una serie de cuidados básicos para sobrellevar mejor el invierno, no solo para tolerar mejor el frío sino para evitar que lleguen a enfermar por la exposición a él. Lo ideal para ellos es un ambiente seco y caliente. Esto sirve también para sus accesorios como ropa, cama, pelo, etc. Aquí os dejo varios cuidados indicados para salvaguardar a tu perro del frío y evitarle así posibles molestias e incluso enfermedades.

1. Proporciona un buen refugio. Haz que tu hogar esté cálido. Evita que tus perros estén en el exterior. Incluso los perros como los Alaskan Malamutes, los Huskies siberianos y los Chow chows, que son propios de zonas con bajas temperaturas, necesitan calor y refugio. Peor llevan las gélidas temperaturas los dóbermans, perros toy, los de pelo corto o afeitado -a la altura adecuada, siempre- y los lebreles ingleses, entre otros. Asimismo, los cachorros no deberían estar en exteriores a bajas temperaturas nunca, puesto que no tienen la habilidad termorreguladora convenientemente desarrollada todavía. 

Hay quien opina que hay que dejar elegir al perro entre estar en su refugio exterior convenientemente acondicionado o tu casa. Mi opinión es que no. Tú eres quien decide, no el perro, y debes mantenerlo en las mejores condiciones. El perro debe estar dentro o fuera de casa, no entrando y saliendo a su antojo. De esa forma no le dejarás claro quién da las órdenes, lo que os llevará a una convivencia desastrosa.

¿Cómo es el refugio ideal para exteriores fríos?

• Paredes, suelo y techo aislados del exterior.
• Techo inclinado y en perfecto estado (sin grietas ni goteras).
• Calefacción. Sistema adecuado para animales: Cableado, sistema on/off, termostato, fuente de alimentación, etc.
• Lugar de descanso o cama.
• Estar elevado del suelo entre 10 y 15 cm, para que la lluvia no entre al interior de la caseta.
• Entrada protegida pero de fácil acceso y salida.
• Termómetro de máxima y mínima.
• Firme para que proteja del viento.

Como norma general, si la caseta no está lo suficientemente cálida y adecuada como para que tú pasaras la noche allí, entonces no es adecuada para que tu perro lo haga.

2. Cama
La cama o lugar de descanso es fundamental para que el perro identifique su lugar y pueda descansar correctamente. Los perros buscan instintivamente radiadores y chimeneas para estar calientes, ten cuidado y vigila que no exista la posibilidad de que puedan quemarse. Modelos de cama hay de todo tipo y condición, así que puedes escoger el que coincide con tu gusto, la decoración de tu casa y las preferencias de tu perro (así como su tamaño).

Según el tipo de suelo que tengas en casa, te aconsejo que entre el suelo y la camita pongas una manta eléctrica especial para mascotas. ¡No hagas experimentos con productos no pensados para ellos! Éstas ya están pensadas para que no se puedan quemar o electrocutar e incluso hay algunas que ni siquiera funcionan con electricidad.

3. Mantita
Si dejas al lado de la cama de un perro una manta, se tapará con ella. Evidentemente esto es porque se siente bien. Es cierto que hay gustos para todo y perros que son la excepción a la regla, pero por lo general son amantes de las mantas. Te aconsejo que además de la habitual de casa (ten al menos dos para cambiar mientras una se está lavando), lleves siempre otra en el coche por precaución.

4. Ropa
Bajo temperaturas extremas tu perro debe estar protegido. No lo saques a la calle sin abrigo, jersey, cortavientos o chubasquero. Incluso para los perros a los que no les gusta la sensación de ‘vestirse’ hay unas mantas que se ajustan perfectamente al cuerpo y no se mueven para que puedan dar su paseo en óptimas condiciones sin llegar a enfermar.

5. Paseos
Como en cualquier época, debes sacar a pasear a tu perro, pero a bajas temperaturas tienes que tener en cuenta que con un paseo más corto también estarán bien ejercitados. Además, puedes hacer ejercicio y juegos extra dentro de casa. Elige las horas centrales del día, en las que hace más calor, para salir a la calle; evita el momento en que esté nevando o lloviendo (esperad a que pare o caiga con menor intensidad) y al volver secaros completamente. 

Para cualquier tipo de paseo, la correa es fundamental. No sólo porque la mayoría de las legislaciones te lo advierten sino porque tendrás a tu perro más controlado y le evitarás posibles peligros como una superficie helada en la que se pueda resbalar, romperse una pata o incluso hundirse en un lago. En este caso, no debes jamás ir a por él puesto que tu vida también se pondría en juego. Por muy dolorosa que sea la situación, no entres a por él al agua. Pide ayuda.

6. Patas
Te aconsejo que tu perro lleve bien recortado el pelo alrededor de las almohadillas de las patas, evitarás que se introduzcan bolas de nieve o hielo entre ellas. Después de cada paseo debes revisarlas en busca de grietas, cortes o cuerpos extraños. Aplica crema especial para mantenerlas en perfecto estado. El aloe vera también es un buen aliado. 

Lo ideal es que tu perro lleve botas para los paseos, especialmente en suelos no asfaltados o aceras, pero cuando existe nieve o hielo es prácticamente obligado, fundamentalmente por prevención. La sal que se añade al suelo para evitar la formación de hielo en tiempo de nevadas es irritante y los químicos para quitarla pueden resultar tóxicos para sus almohadillas.

7. Pelo
¡Ni se te ocurra dejarte guiar por aquellos que dicen que no lleves a tu perro a la peluquería en invierno! Se basan en que el largo pelo les protegerá más del frío, pero es necesario cuidarlo. El cepillado de un perro de pelo largo es una tarea que requiere dedicación y experiencia, así como los materiales adecuados (si son profesionales mejor que mejor). Es difícil que se lleve a cabo bien en una casa, por lo que se pueden producir nudos o zonas con pelo enmarañado. 

Siempre aconsejo que la higiene de los perros esté a cargo de los profesionales y en estas circunstancias extremas, más. El pelo enredado es menos eficiente para hacer frente a la nieve y la lluvia y no aísla igual de bien. Además, el profesional podrá detectar y tratar posibles problemas de caspa en los perros que pasan inviernos fríos y secos, y te podrá aconsejar productos para tratar su pelo en casa o protegerlo frente a agentes externos. Y lo mismo pienso del baño: la higiene es un tema importantísimo que no debes dejar bajo ningún concepto, por ello lo mejor es delegar en el mejor experto que conozcas.

8. Oídos
Las orejas de los perros son fundamentales en su comunicación y los oídos son muy sensibles. En invierno debemos cuidarlos especialmente protegiéndolos del frío y la humedad puesto que pueden llegar a entumecerse e incluso a presentar síntomas de congelación después de una exposición excesiva a las bajas temperaturas. Los perros pueden tener otitis causadas por el frío para lo que los gorros son una buena solución siempre que no opriman excesivamente las orejas, para que los perros los noten más confortables al poder seguir moviéndolas.

9. Dieta
Imagino que todos tenemos ya superada la idea de que cuantas más calorías se ingieran más preparados estaremos para el frío. Esto se aplica también a los perros. Las dietas deben ser adecuadas a la raza, el peso y las condiciones climatológicas. Por tanto, quien mejor te puede decir cuál es la dieta adecuada para tu perro en temporada de invierno y en momentos en que el frío sea especialmente intenso es el veterinario de tu confianza. Un exceso de calorías únicamente lleva a perros obesos, lo que bajo ningún concepto es aconsejable.

10. Productos tóxicos
Mantén fuera del alcance de tu perro cualquier producto que pueda resultar tóxico. Esto que parece obvio, no lo es tanto cuando por unos días entra tu perro en casa y la debes acondicionar. No olvides este punto. 

11. Coches
Nunca dejes a tu perro en un coche a bajas temperaturas. A pesar de que hayas puesto la calefacción durante todo el trayecto y solo vayas a salir por ‘cinco minutos’, el coche se enfría rápidamente, el aire no circula y el perro puede llegar a congelarse o al menos tener entumecidas algunas zonas como las orejas o el extremo de la cola. Puede incluso enfermar por el descenso rápido de la temperatura.