La doble moral del sector del automóvil

¿Piensas en la igualdad de género o al menos en la equidad salarial de las multinacionales del motor a la hora de comprar un coche? Me estoy refiriendo a las mujeres lectoras de The Luxonomist: estudiantes, millennials, trabajadoras, madres o no. ¿Te preguntas si una marca de coches en particular se preocupa por emplear a mujeres ingenieras o diseñadoras o ejecutivas de cuentas? Se supone que la nueva ‘revolución de conciencias’ del siglo XXI tiene que ver con el cuidado del medio ambiente, la igualdad y la equidad entre  mujeres y hombres. Pues bien, en el sector del automóvil seguimos a años luz.

Una de las atracciones de la Super Bowl, la final del fútbol americano, son los anuncios durante el evento deportivo. Y es que hablamos de un espectáculo que cuenta con unos 160 millones de espectadores con tarifas de hasta cinco millones de dólares por pase televisivo (a lo que hay que sumar los meses para idear el guión, rodar el anuncio publicitario, editarlo, etc, etc).

Esta última edición de la Super Bowl contó con la genialidad habitual de Coca-Cola, la emotividad de anuncios como Rue85 y el anuncio-fiasco de Audi. Probablemente los directivos de la fabricante de coches pensaron que Hillary Clinton sería a estas alturas presidenta de Estados Unidos y decidieron grabar un emotivo anuncio defendiendo la igualdad de la mujer. Y como aquí nadie da puntada sin hilo, rápidamente corrió como la pólvora por las redes sociales los datos sobre contratación de mujeres y salarios – a misma preparación que los hombres- en la gigante del motor. Y empezaron a publicarse datos que llegaron hasta Reuters. Audi se comprometió en 2011 a incrementar el número de mujeres en su plantilla ya que actualmente solo son el 14,8% en comparación del 17,4% de Daimler o el 18,1% de BMW.

De las mujeres directivas, en Audi tan solo el 8,9% tienen un puesto de cierta responsabilidad y no hay ninguna mujer entre los seis miembros de su Comité de Dirección.  Según parece, la firma está contratando ingenieros, de quienes solo el 10% son féminas.  O al menos eso es lo que dice Reuters en su nota. Y a mí me sorprende, porque la mitad de las hijas de mis amigos han estudiado o están estudiando una ingeniería. En todo caso, para estar en puestos directivos entiendo que no hace falta ser ingeniera… ¿o sí? Pero lo más lamentable de todo esto es que a igual preparación, las pocas mujeres contratadas ganan una media de un 7% menos que los hombres. Efectivamente, los anuncios están muy bien y son muy emotivos… pero como decía mi abuela: «A Dios rezando y con el mazo dando«. No es de recibo anuncios que lo único que demuestran es un gran cinismo.

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