Stalk Cut: VegaFina toma el mejor camino

El mercado español, tan regulado y tan fumador, tan grande y tan poco dado a los cambios, es una promesa y un reto para cualquier productor de tabacos. Y desde hace unos meses -no más que meses, esa es la verdad- parece que la consideración de “tierra prometida” es la que se impone sobre las demás. No hay más que entrar en una cava y encontrar, cada semana, la oportuna exposición de una nueva marca de puros.

La conclusión es clara: la complejidad del mercado de los cigarros Premium en España ya es incontrolable y los estancos empiezan a parecerse a esas viejas tiendas de abarrotes donde las cajas se acumulaban hasta en los lugares más inverosímiles.

Pero el constante bombardeo de nuevas marcas –la semana pasada hablamos del lanzamiento de Kolumbus– no nos priva de hablar de aquellas que, de hecho, ya se fuman. Desde estas páginas hemos repetido incansablemente que los fumadores son muy sabios y que cuando eligen de forma masiva unos cigarros no lo hacen por azar. Por ello debemos hablar de VegaFina, la marca de cigarros de calidad más vendida en España en 2016; unos tabacos que ofrecen -y así lo ha entendido el comprador- una insuperable relación calidad-precio.

Desde hace un tiempo, esta marca lanza Ediciones Limitadas, con unos tabacos especialmente cuidados. Recuérdese el Rum Barrel Aged, un cigarro que mereció reconocimiento internacional. Este año -y en estas semanas- podremos empezar a ver en nuestras cavas otra de esas Ediciones Limitadas: se trata de los Stalk Cut, un formato Toro (cepo 54 y 152 mm de longitud) cuya característica especial es que ha sido madurado con las hojas unidas al tallo de manera que, por decirlo así, mantengan más sustancia y concentración.

Lo cierto es que, dentro de los cigarros de VegaFina -que tradicionalmente han sido suaves, paradigmáticos de una forma de entender la República Dominicana– estos Stalk Cut son más poderosos; se encuentran en la línea que ellos denominan “Fortaleza 2” y que no es sino una gama de tabacos más recios y que pueden ser del gusto del fumador de otras denominaciones. Estos Stalk Cut llegan con el resello de la casa: tienen un precio de 6 € y nos ofrecen casi 80 minutos de fumada. Son puros con buena presencia sin llegar a ser tan perfectos que puedan resultar sospechosos. Color maduro. En frío este cigarro nos recuerda a miel, incluso a frutas.

Al encenderlo encontramos esos mismos aromas de dulzura frutal que habíamos encontrado antes. Y todo ello con una fortaleza que, enseguida, se distancia de los tradicionales cigarros de esta marca. Conforme avanza la fumada aparecen las notas a madera y almendra tostada, todo ello en la línea general de notas dulces que, a mitad de cigarro, no son incompatibles con alguna punta amarga. El conjunto de la fumada es muy agradable y las hechuras del cigarro y su construcción, tal y como es frecuente en esta marca, inmejorables. ¿No serán, estos Stalk Cut, los compañeros en nuestras barbacoas de esta primavera?