Varma 75 aniversario, un brindis al buen hacer

El grupo Varma cumple 75 años y lo celebramos conociendo algunas de sus mejores bodegas y probando sus mejores vinos.

Carla Royo-Villanova. 23/05/2017

Os traigo una historia espirituosa tanto por su contenido como por su continente. En 1942, don Hilario de la Mata funda una empresa de distribución que años después pasará a llamarse Varma. Hoy en día es uno de los grupos de espirituosos más importantes a nivel europeo. Don Hilario comenzó con la distribución de la prestigiosa Bodega Rioja Franco Española. Le siguieron otras bodegas nacionales y con el aperturismo iniciado durante la década de los sesenta, fueron importantes marcas extrajeras las que se pusieron en manos del grupo Varma.

Ya en los años setenta, los herederos de Don Hilario, Pelayo y su hermano José Manuel, continúan la labor de su padre y comienza una etapa de innovación gracias a ese heredado espíritu visionario. El siglo termina con la construcción de la Bodega Marqués de Vargas. 50 marcas, todas ellas de reconocido prestigio nacional e internacional, forman parte del elenco Varma. Marcas propias, participadas y otras en exclusiva distribución han convertido al grupo de distribución en uno de los más potentes de España. Pero su filosofía inicial perdura como el buen vino.

Barricas de Marqués de Vargas

Trabajar para lograr el éxito de sus marcas, sin que ninguna de ellas pierda su propia identidad. Ron Barceló o Hendrick’s Gin son dos ejemplos de marcas extrajeras que han logrado el éxito absoluto en el mercado español gracias a la gestión y distribución del grupo Varma. El secreto no es otro que evolucionar sin perder la esencia, respetar el medio ambiente y fomentar el consumo responsable.

Carla en la bodega Yzaguirre con su enóloga, Elvira Basteiro

En el 75 aniversario que ahora celebran, he tenido la ocasión en días consecutivos de empaparme de la empresa, de la familia y del espíritu innovador que les rodea. Primero fue en Tarragona donde se encuentra la bodega Yzaguirre. Allí los hermanos Salla, Carmen, Jordi y Pepe, propietarios de la bodega, nos recibieron con un aperitivo muy especial elaborado por Senén González que desde su asador Sagartoki en Vitoria, había venido para la ocasión.

Carla con los hermanos Salla y los vermús Yzaguirre, una delicia

Tras visitar la bodega y hacer una interesante cata por sus vermouth más especiales, pusimos rumbo a la masía Mas Corbella para disfrutar de un almuerzo en plena naturaleza. Siempre atendidos por los hermanos Salla, y en el corazón del Parque Natural de las Montañas de Prades, disfrutamos de un almuerzo exquisito, también ideado y elaborado por Senén. Pero hoy en El Rincón de Carla nos centramos en Varma para celebrar con ellos su 75 aniversario.

Curiosa decoración en el encuentro con Pelayo de la Mata

De ahí que a parte de mencionar el excelente vermouth Yzaguirre, que este verano se impone en las mejores terrazas de nuestro país, hablaremos de sus excelentes caldos, servidos durante el almuerzo en Mas Corbella y también al día siguiente en Amparito Roca. Si recordáis, el año pasado en este mismo rincón, os hablé de la Bodega Marqués de Vargas y la fascinante conversación que mantuve con Pelayo de la Mata, propietario de Varma.

Viñedos de Conde de San Cristóbal

En aquel almuerzo nos centramos en Marqués de Vargas y quedó pendiente su otra bodega familiar, Conde de San Cristóbal. Los vinos Conde de esta bodega en la Ribera del Duero fueron el enlace de los dos almuerzos. Si en Mas Corbella pude degustar Conde de San Cristóbal 2013 en Amparito Roca y de la mano del propio Pelayo, disfruté con su nuevo lanzamiento, el Flamingo Rosé y del San Cristobal 2014.

Carla con Pelayo de la Mata

Pero el almuerzo comenzó probando Pazo de San Mauro 2016. Galicia en directo. Albariño 100%. Las maceraciones y prensados directos y una vendimia temprana, suben la acidez para conseguir una frescura extraordinaria, floral a la par que complejo.

Pelayo me habló de Pazo San Mauro

Y viajamos por fin a la Ribera del Duero donde a principios de siglo la familia funda la bodega a la que bautizan con el título nobiliario del abuelo de Pelayo y José Manuel. Situada en el histórico Pago de Valdestremero y con D.O. Ribera del Duero. Clima continental extremo y lluvias moderadas, hacen que la maduración de la uva (Tinta Fina, Merlot y Cabernet Sauvignon) sea perfecta y sus vinos de gran longevidad gracias a la acidez. Vinos con cuerpo y el color propio de la región, pero también afrutados y con una estructura excelente. Todos sus vinos son de producción limitada y dedicados en exclusiva a clientes que buscan tintos de alta gama. Con la personalidad que marca la elegancia y el equilibrio, afrutados y delicados a la vez. El sutil aroma amaderado que otorga la barrica nueva de roble, consigue la complejidad que solo un buen tinto tiene.

Marqués de Vargas

Durante el almuerzo en Amparito Roca, volví a caer rendida ante la mirada intensa de Pelayo, pero también con su amena conversación. Descubrir y aprender del viñedo y sus secretos parece fácil al escucharle. Como un padre me habló de los nuevos enólogos para sus bodegas, Pazo San Mauro, Marqués de Vargas y Conde de San Cristóbal. Denis Dubourdie, Valérie Lavigne y Susana Pérez. Unidos para trabajar sobre el terreno, en los viñedos y de ahí “centrarse en la vinificación para extraer únicamente lo mejor de sus uvas. Delicadeza en la extracción, y mínima intervención para alcanzar un objetivo muy concreto; refinar y consolidar el estilo de estos vinos para volverlos típicos, identificables y por qué no…inimitables”, según palabras de la propia Valérie. Sin duda, grandes magos del vino que consiguen potenciar lo mejor de cada viñedo y lograr vinos sublimes.

Brindis con Flamingo Rosé, todo al rosa

Y guiada por Pelayo de la Mata descubrí en primicia el rosado Flamingo Rosé de Conde de San Cristóbal. Delicado y provenzal, el primer trago aparece con un fuerte sabor a fresa. Vino de lágrima, y no sólo porque se le salten a uno las lágrimas al probarlo, sino por su prensado natural y la utilización de ese primer mosto. Tras seis meses en barrica se decanta y embotella. Sorprende también su elegante color empolvado, y un sabor, sin embargo, consistente. Ya dicen de él que es un rosado muy osado. Sin duda una gran apuesta, todo al rosa.

Bodega Conde de San Cristóbal

Y probé también Conde de San Cristóbal 2014. Un año de cosecha agradecida y doce meses de barrica para conseguir un vino elegante. Terminó el almuerzo con unos callos acompañados por Marqués de Vargas Reserva 2012 que se abre en nariz, limpio, moderno y de acidez equilibrada. Dúo arriesgado, pero ya se sabe, quien no arriesga no gana. Enhorabuena al grupo Varma por estos 75 años de permanente evolución tecnológica, pero manteniendo vuestra identidad.

Subir arriba

Este sitio utiliza cookies para prestar sus servicios y analizar su tráfico. Las cookies utilizadas para el funcionamiento esencial de este sitio ya se han establecido.

MÁS INFORMACIÓN.

ACEPTAR
Aviso de cookies
Versión Escritorio