La ciudad sostenible de Abu Dhabi

La sostenibilidad está tan de moda que hasta el Emirato Árabe más famoso del mundo se apunta a ella, y sí, son productores de petróleo.

Siempre he pensado que el término ciudad sostenible o entorno sostenible, es un concepto del pasado, algo un tanto arcaico que no genera más que confusión e, increíblemente, separa a las personas en dos bandos: los que sirven a la causa y los enemigos de ella. Pero está claro que mi concepción del término nada tiene que ver con la de la mayoría, en el mundo entero el término ‘sostenible’ está de moda. Tanto, que hasta una de las zonas del orbe de mayor producción petrolera se ha abanderado con él. Hablamos, claro, de Abu Dhabi.

La sostenibilidad del complejo está asegurada sin haber concluido su construcción

Que no se me malinterprete, soy fan de la independencia energética, de los huertos urbanos, de las fachadas vegetales y de las capacidades humanas para desligarse de toda atadura, pero de ahí a que el leitmotiv de muchos técnicos y buena parte de la sociedad sea ‘acabar’ con lo establecido… va un largo camino. En fin, los Emiratos Árabes Unidos (EAU) están apostando fuertemente por reducir las 18,4 toneladas de CO2 que consume al año (cuatro veces la media mundial), para ello han anunciado una inversión de 163 mil millones de dólares (146 de euros) en energías alternativas en los próximos 30 años, esperando aumentar la eficiencia energética en un 40%.

Pero no solo el estado se ha puesto manos a la obra en este asunto, muchas empresas privadas también quieren su parte de este pastel. Así, la compañía Diamond Developers, comprometidos en integrar los elementos económicos, ambientales y sociales de la sostenibilidad en sus proyectos, luchando contra el cambio climático y conservando el planeta y sus recursos para las siguientes generaciones (así lo dicen en su web), han creado ‘La Ciudad Sostenible, ni más ni menos.

Las residencias tienen los tejados cubiertos por placas solares

Este complejo tiene una extensión de 465.000 metros cuadrados, contiene 500 villas, su densidad poblacional podrá alcanzar los 2.700 residentes y, aunque parece algo pretencioso denominarla ciudad (¿qué es una ciudad? os adelanto que hay tantas definiciones como intereses), hay que rendirse ante el efecto de marketing, máxime cuando presumen de haber construido la primera ‘ciudad’ autosuficiente de los Emiratos, ahí es nada.

Este conjunto de inmuebles se ubica a 18 millas de la ciudad de Dubái, la del rascacielos más alto del mundo (por ahora), a solo 20 minutos de la costa, y su construcción prevé paneles solares capaces de alcanzar los 10 megavatios de producción eléctrica, más que suficientes para las 500 viviendas, la mezquita, el hospital, el hotel Indigo, la escuela, su centro ecuestre, la plaza (el complejo comercial) o la granja que recorre toda la longitud del complejo (como una columna vertebral verde), y que contiene 11 invernaderos con más de 3.000 metros cuadrados para el cultivo de frutas y verduras urbanas.

El agua se reutiliza en los jardines y zonas de cultivo

Esta comunidad sostenible ha sido reconocida en el pasado 2016 con diez premios de ámbito local, regional e internacional, como la organización World Green Design o Climate Control Awards, solo de esto ya se puede deducir el interés que ha generado a su alrededor, en parte porque ni un solo coche transita por sus 465.000 metros cuadrados, ni uno solo que NO sea eléctrico, claro. En parte, también, porque todo el agua se reutiliza en los jardines y zonas de cultivo, las aguas grises previo tratamiento (obviamente).

Dubai tiene más de 300 días de sol al año, envidia para una buena parte de la población mundial, pero un problema cuando quieres estar fresquito en casa, así que para evitar esta incomodidad calorífica las residencias tienen los tejados cubiertos por placas solares, absorbiendo los rayos del dios sol antes de que entren en casa. Además, las viviendas están orientadas para evitar que la luz solar directa entre por las ventanas, todo un acierto. Por cierto, el aparcamiento del complejo también está cubierto por paneles fotovoltaicos.

El complejo incluye 500 viviendas

Como toda ciudad que se precie tendrá su espacio para tiendas, oficinas y restaurantes, en concreto, se destinarán a estas actividades un global de 15.000 metros cuadrados. La frontera de la ciudad sostenible actuará como una barrera natural contra los agentes contaminantes exteriores con 2.500 árboles dispersos en diferentes áreas, para purificar el aire. En el interior, otros 7.500 árboles harán lo propio. Dentro, ahondando en la intención de fomentar la sostenibilidad, la empresa planea construir una escuela donde las futuras generaciones aprendan a involucrarse con el medio ambiente y la forma de protegerlo.

Las casas de la ciudad se agrupan en cinco parcelas y albergan cada una 90 Courtyard Villas, 8 Garden Villas y 2 Signature Villas (estas últimas están agotadas). Como curiosidad, cada parcela se denomina como un tipo de palmera datilera: Lulu, Berhi, Hilali, Jabri y Khalas. Todas son residencias familiares, de tres y cuatro miembros, así que si tienes familia numerosa o quieres vivir en soledad, no te aconsejamos que compres aquí, aunque si te empeñas en hacerlo o entras dentro de los cánones establecidos por la empresa, te diremos que los precios están por las nubes, desde un millón de dólares (893.000 euros), casi nada. Claro que es lógico si pensamos en los 299 millones de dólares que costará (267 de euros) hasta su finalización.

No circula por la ciudad ningún coche que no sea eléctrico

La cultura también tiene su lugar en la Ciudad Sostenible, por medio de un edificio muy especial, que no solo albergará un anfiteatro para 700 personas y zonas de exposición, también será el primer edificio de energía positiva de la región, produciendo durante su vida útil (calculada en 50 años) el 140 por ciento de lo que habrá consumido (superávit lo llaman), incluyendo en estos cálculos la energía necesaria para construirlo y desmantelarlo, impresionante. Su nombre: ‘Centro de Innovación Diamante’.

Dicen que la sostenibilidad es atender a las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas, garantizando el equilibrio entre crecimiento económico, cuidado del medio ambiente y bienestar social. Parece que en este sentido la comunidad de Diamond Developers entra dentro de la definición, aunque esto es lo menos importante, lo realmente importante es que, según la compañía, ya han sido vendidas dos tercios de las villas, así que la sostenibilidad del complejo está asegurada sin haber concluido su construcción.

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