Los pinchos más especiales de España

Logroño puede presumir de tener más de cien tascas en las que disfrutar de distintos pinchos. Auténticas joyas gastronómicas en miniatura.

Eugenia Marcos. 29/08/2017

No falla. Una vez visitas la calle Laurel, no la olvidas. Cada año la recorren y saborean un millón de turistas, según datos de la Asociación de Hostelería de la zona. Junto con sus cercanas San Agustín y Correos forman el epicentro gastronómico de Logroño, una ciudad con encanto que recomiendo conocer a pie. Existen distintos paseos guiados de aproximadamente una hora de duración por el casco antiguo para conocer el Palacio de los Chapiteles, la Plaza de Abastos, el Espolón y, cómo no, ‘La Laurel’.

La Casa de las Ciencias de Logroño es una buena opción para ver la ciudad desde el otro lado del Ebro
La Casa de las Ciencias de Logroño es una buena opción para ver la ciudad desde el otro lado del Ebro. Haz clic en la foto para comprar el billete de tren

Una vez finalizada la ruta guiada recomiendo dejarse llevar para descubrir los numerosos establecimientos que hacen gala de servir de los mejores pinchos de España. En los últimos tiempos las propuestas culinarias más tradicionales conviven con otras más modernas y arriesgadas. Imprescindible la parada en El Soriano para saborear sus famosos champiñones, en El Cid el turno es de las setas (desde hace casi treinta años), en el Lorenzo el bocatita del Tío Agus, en El Sebas los pimientos rellenos o la tortilla de patata… podríamos seguir hasta más de cien.

Champiñones de El Soriano, setas de El Cid y bocatita del Tío Agus del Lorenzo
Champiñones de El Soriano, setas de El Cid y bocatita del Tío Agus del Lorenzo

Cerca de esta zona, la capital riojana recoge otro pequeño núcleo de calles igual de apetecible que La Laurel pero quizás un poco menos conocido. La calle San Juan (y sus pequeñas bocacalles) recogen bocados tan exquisitos como las zapatillas (tostadas de pan con tomate y jamón) del Tenessi, los bocadillos del renovado ‘Alejandro’ o el foie a la plancha del Vinissimo, por poner algunos ejemplos. Todo regado, por supuesto, con los mejores vinos de la zona.

Vista de la calle San Juan y la entrada lateral de la concatedral de la Redonda. Fotos: Juan Carlos Santibáñez Herce
Vista de la calle San Juan y la entrada lateral de la concatedral de la Redonda. Fotos: Juan Carlos Santibáñez Herce

Los jueves son días de mucho trasiego en estas zona emblemáticas, casi a la altura de los fines de semana,  ya que los logroñeses no distinguen fechas a la hora de transitar los bares en busca de buen producto y buena conversación. Un dato a recordar cuando se tapea por esta zona es que si pides un vino te servirán uno joven (Rioja, por supuesto), si se prefiere un crianza o reserva hay que especificarlo.

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