La mujer araña llega al MoMA

El MoMA de Nueva York rinde tributo a la artista francesa Louise Bourgeois a través de una magnífica muestra de 300 piezas hasta el próximo 26 de enero.

Almudena Blanco. 20/10/2017

Louise Bourgeois (París, 1911- Nueva York, 2010) fue difícil, gruñona, atormentada, adorable y absolutamente imprescindible. La que es considerada la artista gala más relevante de la historia es responsable de haber realizado algunas de las piezas escultóricas más emblemáticas del siglo XX.

Las arañas gigantes que hacen alusión a su madre son quizá sus piezas más conocidas aunque a ella le debemos muchas otras obras igual de sensibles y oportunas. El MoMA de Nueva York se encarga estos días de traer estas otras piezas a escena a través de la muestra ‘Louise Bourgeois: An unfolding Portrait’ que se podrá visitar hasta el 26 de enero de 2018.

La muestra se podrá visitar hasta enero de 2018

La exposición del MoMA deja a un lado los aspectos más icónicos de Bourgeois para hablar de lo mínimo, de lo privado, de los dibujos rápidos, de sus bocetos y grabados más íntimos y de sus obras quizá menos exhibibles pero que, precisamente por eso, resultan tan interesantes al revelar la parte más recóndita de su proceso creativo. Lo que se esboza, lo que se corrige, acuarelas terminadas años después, la exposición saca a la luz 300 de las 1.200 piezas que la artista francesa donó en vida al museo neoyorquino.

Se trata de piezas que evidencian que para Bourgeois el arte fue, como ella se encargaba de repetir, una «garantía de cordura» que utilizó como vehículo de asimilación de su existencia, en particular de los difíciles entresijos de su niñez afectada por el trauma de vivir en primera persona la relación extramatrimonial de su padre con la que fuera su niñera. La opacidad de este vínculo y el sufrimiento y apatía de su madre serían aspectos presentes siempre en su vida y por tanto en su obra.

La artista exploró todos los campos del arte

Bourgeois lo exploró todo. Esculturas gigantes, celdas en forma de instalación siniestra, muñecos de trapo, libros de tela, piezas pequeñas de madera y enormes miembros viriles de látex. Se atrevió a comunicar de maneras muy diferentes y se expresó a través de todo tipo de materiales. Lo masculino y lo femenino, la vulnerabilidad y la fuerza, la luz y la oscuridad son algunos de los temas universales abordados por Bourgeois.

La atracción que ha provocado la gala en otros artistas queda patente, entre otros, en la película de Pedro Almódovar ‘La piel que habito’ en la que las referencias a las figuras de tela cosida de la escultora son constantes. El hacer y el reconstruir a partir de los retales de una vida entera son metáforas exploradas hasta el extremo por Bourgeois y por el film del manchego.

La película española «La piel que habito» hace referencia a la esencia de la artista

Resulta muy interesante también el documental que sobre la vida de la artista se estrenó en 2007. ‘Louise Bourgeois: la araña, la amante y la mandarina’ revela el carácter más difícil y a la vez chispeante de esta temperamental creadora. El material de la película se grabó durante 14 años que permitieron recabar los recovecos de una personalidad fascinante entregada al arte y que nunca encontró su papel en el mundo ni a través de su rol de hija, ni de esposa, ni de madre.

Falleció a los 98 años y estuvo trabajando hasta una semana antes de su muerte. Para Bourgeois todo lo que tenía que ver con la existencia era experimentado a través de la creación y lo siguió a rajatabla predicando este mantra existencial hasta los últimos momentos de su vida. Si pasan por Nueva York durante los próximos meses no dejen de visitar el MoMA y permitan que el espíritu más íntimo de Bourgeois les revele las profundidades de una vida vivida a través del arte.

*Imágenes cortesía del museo MoMA de NY.

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