El lujo silencioso de Goyard

Desde su origen, en 1792, es la marca más sibarita, con apenas veinte puntos de venta en todo el mundo. No se anuncia ni se vende online.

Eugenia Marcos. 08/09/2014

Desde su origen, en 1792, es la marca más sibarita, con apenas veinte puntos de venta en todo el mundo. No se anuncia ni se vende online. Sus clientes, Coco Chanel, Picasso, la familia Grimaldi, Lagerfeld, Kate Moss… Si a la mayoría de nosotros nos preguntasen cuál es la marca francesa centenaria más lujosa que vende bolsos emblemáticos responderíamos que Louis Vuitton o Hermès. Sin embargo, hay una opción que las supera pero es menos conocida.

Se trata de Goyard, cuyo origen hay que buscarlo en una tienda llamada The house of Martin, fundada en París en 1792. Un establecimiento conocido en la ciudad por su exquisitez en el empaquetado de todo tipo de objetos delicados que se transportaban en carruajes. Era el preferido de la aristocracia francesa.

Vista antigua y actual de la primera tienda de Goyard en el 233 de Saint-Honoré, París

Sin embargo, lo que significa hoy la firma se inició en 1845, cuando fue contratado un joven aprendiz de 17 años de nombre Francois Goyard que dejó a su hijo Edmond las riendas del negocio en 1885. A partir de entonces, Goyard estuvo presente en Exposiciones Internacionales, se convirtió en una institución elitista y captó clientela internacional que acudía a su tienda, en el número 233 de Saint-Honoré, a comprar sus productos.

Por sus mostradores pasaron Pablo PicassoEsteé Lauder, Coco ChanelBalenciaga, las familias Rockefeller, Agnelli… y en la actualidad son sus descendientes y clientela exigente, famosos y anónimos, la que acude a la misma tienda en busca de productos cuya personalización se realiza a mano.

Hilary Duff y Gwyneth Paltrow con bolsos Goyard en gris y azul. Orlando Bloom con un monedero personalizado de la marca

Al igual que ocurre con el tejido Monogram de LV, el característico de Goyard tampoco es de cuero. Se trata de una mezcla de lino, algodón y cáñamo, resistente al agua cuyo proceso de realización la empresa mantiene en secreto. Este tipo de lona es la misma que utilizaban a finales del siglo XIX los transportistas de madera en el pueblo francés de Clamency.

Su política de empresa llama la atención en un contexto en el que las firmas se afanan en presentar nuevas colecciones, se publicitan en los medios, regalan bolsos a las celebrities para buscar repercusión, apuestan por el comercio online y abren boutiques en los mercados chino y ruso. En el caso de Goyard, todo lo contrario. Sus productos no cambian por temporada, no se pueden comprar por Internet y tan solo cuenta con veinte puntos de venta en todo el mundo (ninguno en Moscú ni en Dubai, por ejemplo). La personalización de sus bolsos y maletas se realiza a mano, con pigmentos naturales, y en París, aunque hayan sido comprados en Estados Unidos.

Una de las tres tiendas de Goyard en París

Los pedidos especiales son otra división estrella para Goyard. El límite sólo lo pone la imaginación. Cofres para transportar caviar, té, champán, los bártulos de cualquier deporte o un  baúl para guardar los utensilios de cocina del chef Alain Ducasse son algunos de sus trabajos. La firma también cuenta con un línea especial dedicada a las mascotas llamada ‘Canine chic’ que goza de mucho éxito. Y como era de esperar, estos accesorios sólo se pueden adquirir en una tienda propia en París. C´est la vie!

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